acoso en las aulas

Los alumnos que reaccionan ante el 'bullying' a compañeros ya son el 55%

Escena que recrea una situación de acoso escolar.

Escena que recrea una situación de acoso escolar. / periodico

Víctor Vargas Llamas

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Más de la mitad de los alumnos catalanes (55%) que perciben una situación de maltrato a alguno de sus compañeros reaccionan para tratar de evitar que siga el hostigamiento. Una cifra relevante que indica una evolución reseñable respecto al 37,7% que se detectaba apenas cinco años atrás y que constata el notable progreso entre los chavales y su sensibilización respecto a los castigos y vejaciones que advierten a su alrededor. Así lo revela la Encuesta de Convivencia Escolar y Seguridad en Catalunya, elaborada por las ‘conselleries’ de Ensenyament Interior, con datos del año pasado y cuya anterior edición se remonta al 2011.

Esa dinámica también se percibe en el 31% de estudiantes que desearían ayudar a evitar dicha situación, pero que no se ven capaces de hacerlo por diferentes motivos. Una cifra que supone un descenso de más de seis puntos porcentuales en referencia al muestreo de la anterior edición y que los autores achacan en buena medida a la buena tarea pedagógica realizada al respecto, con mención especial para las charlas que los Mossos d'Esquadra realizan en las aulas. La otra cara de la moneda son quienes muestran una actitud negativa en cuanto al 'bullying', bien sea porque actúan con indiferencia o incluso porque protagonizan el maltrato, donde los chicos (19,8%) duplican los guarismos respecto a las chicas (8,1%).

El aspecto físico es el motivo que arguyen tanto víctimas como agresores para que se materialice el ataque, con un 28% de los casos, lo que sitúa este factor sensiblemente por encima de otros condicionantes, como el color de la piel o proceder de una cultura distinta (8,3%) o la orientación sexual (6,5%). Los resultados de esos tres motivos, además, han reculado respecto a los últimos datos disponibles, evidenciando que prejuicios como el racismo (cosechó un 10,7% en el análisis del 2011) y la homofobia (8,5% en la anterior edición) se están trabajando con buen tino entre las nuevas generaciones.

Amenazas

Los chicos debían responder si eran objeto de burlas insultos, si se habían sentido ignorados, habían sido víctimas de robos y golpes, o si les habían hecho llegar amenazas o comentarios y gestos de contenido sexual. La encuesta se ha realizado a 8.749 alumnos de 12 a 18 años, de primero de ESO a bachillerato y los ciclos formativos de grado medio. El sondeo trataba de vislumbrar el estado de la cuestión respecto a la victimización del alumnado dentro y fuera del centro escolar, tanto de manera aislada como siguiendo patrones continuados.

En este último caso, el acoso continuo al menos una vez a la semana se ha reducido mínimamente, desde el 11% del 2011 hasta el 10,4% del año pasado, con los insultos no prestar atención a la víctima como actitudes más recurrentes. El informe destaca que aumenta el porcentaje de chicos víctima de maltrato que explican a los padres o al profesorado (48,3% frente al 37,1% del 2011), pero la mayoría (60%) priorizan al círculo de amistades para este fin.

Sesgo de género

Peor pronóstico presenta el ciberacoso, con uno de cada diez estudiantes (12%) confesando que ha sido víctima de esta mala práctica, idéntico porcentaje que quienes admiten haber dejado de intervenir en las redes sociales para evitar ser objeto de ataques. Una cifra que se eleva al 26,5% al realizar el cómputo del total de víctimas en algún momento del curso y al 40,4% en casos de 'bullying' o acoso continuado (un 4% del total del alumnado). Entre este último grupo, hay un notable sesgo de género, dado que un 63% de esas víctimas son chicas.

También se aprecia esa diferencia en cuanto a la victimización sexual, con un 19,4% de chicas que han afirmado haberlo sido en algún momento puntual frente al 10,3% de los chicos, datos ambos en relación al total de alumnos. Las cifras se extreman al hablar de violencia sexual continuada, mostrando que de cada 10 víctimas, 7 son féminas. No obstante, la encuesta detecta un descenso de los casos más graves: tocamientos no deseados, con o sin violencia e intimidación, que pasan del 8,7% al 6,6%. Un 16,4% de adolescentes aseguran que han recibido peticiones de fotos de carácter sexual y un 4,7%, que les han ofrecido ventajas a cambio de favores sexuales. 

Siguiendo con esta dinámica, uno de cada cuatro jóvenes afirma haberse sentido controlado por su pareja, que le ha inquirido para saber con quién estaba o de qué manera vestía. Otro 6% sostiene que su chico o chica le ha gritado o humillado, y que han recibido amenazas si no hacían lo que su pareja esperaba de ellos. Casos más extremos, un 4% sufrió agresiones sexuales, y un, 3,4%, físicas