Una enfermedad en auge

Alerta ante el avance epidémico del cáncer bucal por sexo oral

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Escondido en los recovecos que rodean las amígdalas, sujeto a la base de la lengua o en las paredes mucosas de la faringe de numerosos enfermos anida durante meses, sin apenas dar molestias, el virus del papiloma humano (VPH), causante de la infección de transmisión sexual más frecuente en todo el mundo -de curación espontánea en la mayoría de casos- y origen de un notable incremento de diagnósticos de cáncer de boca o garganta. En apenas dos años, el cáncer oral o de faringe causado por el VPH ha pasado a representar el 20% de todos los tumores que afectan al cuello o la cabeza, asegura Coro Bescós, responsable de cirugía oral y maxilofacial en el Hospital de Vall d'Hebron, de Barcelona.

La traslación hasta la cavidad bucal del genotipo 16 del VPH (el detectado en estos cánceres), habitualmente alojado en el cuello de la matriz y la vagina de las mujeres o el pene y el ano de los hombres, solamente tiene un origen, según los médicos: la práctica del sexo oral, una forma de relación cuya tendencia no ha dejado de crecer en EEUU, y también en Europa en los últimos 15 años y que explicaría esta eclosión de cánceres.

«La incidencia del cáncer orofaríngeo causado por el VPH aumenta de forma epidémica, entre un 20% y un 50% anual en estos momentos, en Europa y EEUU», confirma Xavier Castellsagué, epidemiólogo e investigador en cáncer del Institut Català d'Oncologia (ICO). Un reciente estudio del ICO, realizado con 1.500 pacientes de nueve países, publicado en la revista 'Journal of the National Cancer Institute', indica que el VPH fue hallado en el 35% de los enfermos de cáncer de cabeza y cuello.

«Existe una gran preocupación en los ámbitos médicos europeos y norteamericanos ante el aumento epidémico de los cánceres orales causados por el VPH -advierte la doctora Bescós-. La prevención es difícil en este caso. No existe ningún instrumento que se pueda colocar en la boca para evitar el contagio. Solo el sentido común». Y acudir ante un médico al descubrir manchas blancas u oscuras en la lengua, bultos o úlceras que no curan, aconseja.

ACTITUD CONSERVADORA /«El 'boom' sexual de los años 70 y 80 marcó un cambio de conducta cuyas consecuencias infecciosas se están manifestando 20 o 30 años más tarde, el periodo que suele invertir cualquier carcinogénesis [generación de un cáncer]», explicó Castellsagué.

La tendencia a practicar sexo oral, fruto de una «actitud conservadora de la sociedad norteamericana, que pretendía evitar la penetración», a juicio de Castellsagué, se ha extendido también en España, sumada a un radical cambio de conductas que ha multiplicado la incidencia del VPH, explica el médico. «La infección por el virus del papiloma en el cuello de la matriz, la vagina y el ano afectaba a menos del 10% de las mujeres en España hace 15 años -afirma el epidemiólogo-. La prevalencia actual supera el 30%».  Y a ellas se suma una proporción no definida de hombres. La detección del VPH en la cavidad bucal de personas jóvenes que no fuman ni beben excesivo alcohol es «muy alta» en la actualidad, reiteran ambos especialistas.

El tabaco y el alcohol siguen siendo, no obstante, las principales causas de este tipo de cánceres, un consumo que suele ser simultáneo y cuyas consecuencias patológicas se pueden manifestar 10 o 15 años después de haber dejado de fumar o beber en exceso.

LA VACUNA / En algunos países europeos -Suecia entre ellos-, y en especial en EEUU, se han multiplicado las campañas sanitarias dirigidas a frenar el avance oral del VPH, al tiempo que ganan posiciones quienes defienden la vacunación pública de los adolescentes de ambos sexos. «El genotipo 16 del VPH [causante de cáncer orofaríngeo] es uno de los que están incluidos en la vacuna contra el VPH, por lo que sería una buena forma de prevención», asegura Castellsagué. La vacuna, cuyo coste por dosis es de 350 euros, se administra gratuitamente en Catalunya a las niñas de 12 años. Esta prevención, no obstante, es cuestionada por algunos pediatras, que advierten de la parcial protección del fármaco -previene de forma directa contra dos genotipos, el 16 y el 18, e indirecta contra el 31 y 45- y de sus poco definidos efectos secundarios. El virus del papiloma se manifiesta a través de más de 150 genotipos distintos, 15 de los cuales implican alto riesgo de sufrir cáncer. Los tumores de cuello de útero están causados por hasta 12 genotipos distintos, en cuya investigación se centra el ICO, que recientemente identificó los tipos  33, 35, 52 y 58 de este virus.

CONTROL PERIÓDICO / La parcial cobertura que ofrece la vacuna contra el VPH hace aconsejable que las mujeres vacunadas mantengan, al igual que las no vacunadas, los controles periódicos de las células de la mucosa vaginal. La generalización de esta prueba citológica ha reducido en los últimos años el cáncer de cérvix. Los oncólogos intentan ahora que dentistas y médicos de familia tengan presente al examinar a sus pacientes la eventual presencia del VPH, a fin de que activen la prevención.