EFECTOS DE LOS RECORTES EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

La UB activa un plan para combatir la morosidad

Aspecto de la biblioteca del edificio histórico de la UB en abril pasado.

Aspecto de la biblioteca del edificio histórico de la UB en abril pasado.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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La Universitat de Barcelona (UB) ha puesto en marcha un programa de medidas económicas para combatir la morosidad estudiantil, ante la previsión de que el próximo curso 2013-2014 aumenten los impagos, como consecuencia de las restricciones que ha impuesto el Gobierno central en la concesión de becas compensatorias. El plan de la UB, inicialmente dotado con 600.000 euros procedentes de fondos propios, busca ayudar a los alumnos con más dificultades económicas, «para que no tengan que abandonar sus estudios a medias por problemas de dinero», explica Gemma Fonrodona, vicerrectora de Estudiantes.

La primera acción del programa ha sido la creación de una comisión que ya este verano ha empezado a analizar los casos de alumnos que han comunicado que no disponen de recursos para terminar de pagar la matrícula del curso pasado. «Se trata de estudiantes que se han encontrado con dificultades sobrevenidas durante el curso, bien porque no tuvieron la beca que esperaban, bien porque ellos o sus familias se han encontrado de pronto en el paro», indica Fonrodona, miembro de esta comisión.

Muchos de los afectados son estudiantes de máster (que en solo dos años han llegado a duplicar su precio, según el Observatori del Sistema Universitari) y alumnos que han repetido asignaturas, con lo que han llegado a pagar hasta el doble o el triple por crédito matriculado.

El nuevo comité ha empezado también a fijar los criterios para la distribución de las ayudas de la UB, «con las que se intenta complementar el sistema público de becas». «De momento, a cada una de las personas atendidas, se la ha tratado de manera personalizada, intentando penalizarla lo menos posible», asegura la vicerrectora. Otra de las medidas previstas para flexibilizar la matriculación de los 81.000 estudiantes que está previsto que se inscriban en la UB el próximo curso es la fragmentación del pago en hasta siete plazos, «aunque aquí, algunos alumnos han protestado, porque en la primera entrega se paga el 40% del importe», admite Fonrodona.

LOS PRIMEROS /A la espera de que se cierre oficialmente el curso (será el 30 de septiembre), la UB ha atendido a medio centenar de estudiantes, que se han dirigido a las secretarías de sus facultades o centros de investigación para exponer su situación. «Es difícil decir cuántos serán finalmente los morosos del 2012-2013, porque entre los impagados están también aquellos que abandonan los estudios y, en ese caso, no se puede hablar de morosidad», detalla la vicerrectora Fonrodona.

La secretaría de Universitats de la Generalitat atribuye el aumento de la morosidad directamente a la crisis y cifra los impagos en torno al 1,1% del alumnado, lo que representa unas 2.000 personas.