proyecto del departamento de Inmmigració

El Govern creará un Consejo Islámico de Catalunya como interlocutor con los musulmanes

El organismo debatirá la regulación del uso del burka y nikab, entre otros aspectos

Mujer con burka

Mujer con burka / periodico

EUROPA PRESS / Barcelona

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El Govern proyecta un Consejo Islámico de Catalunya como interlocutor único con los musulmanes para abordar cuestiones como la regulación de los velos integrales --burka y niqab--, ante la atomización de las entidades musulmanas y la dificultad para encontrar un portavoz representativo.

Así lo ha anunciado en una entrevista de Europa Press el director general de Inmmigració de la Generalitat, Xavier Bosch, quien se ha mostrado partidario de este proyecto para crear un órgano de "negociación" con el colectivo.  "En Catalunya hace falta alguien con una cierta autoridad sobre todo el mundo musulmán, un portavoz.. Se debe crear una estructura democrática que represente las diferentes corrientes del Islam para discutir estas cuestiones", ha afirmado Bosch, en referencia al uso de velos integrales.

En este sentido, ha abogado por consensuar la regulación del burka y el niqab con el futuro consejo, lo que a su juicio debería culminar con una ley catalana que los prohíba esta misma legislatura. El consejo promovido por el Govern podría integrar a representantes de entidades musulmanas con diferencias de origen, lengua y doctrina, como el Consell Islàmic i Cultural, la Unión de Centros Islámicos de Catalunya, la Unión de Comunidades Islámicas de Catalunya (Ucidcat), la Asociación Camino de Paz y la Junta Islámica Catalana.

Mujeres contra el burka

Por su parte, la presidenta del Instituto Catalán de las Mujeres (ICD), Montserrat Gatell, no ha rechazado la creación del órgano, pero ha alertado del riesgo de acabar debatiendo cuestiones que atañen a las mujeres sólo con los hombres, señalando que el 98% de los representantes de un futuro Consejo Islámico "muy probablemente" serían varones.

Para la presidenta del ICD, en la lucha por la igualdad no se debe invisibilizar a las mujeres ni obviar la complicidad de los hombres: "Se trata de una cuestión estructural que se asienta en las bases más profundas de la sociedad: no podemos centrarnos en un ámbito ni en un género", ha remachado.