La picaresca

La crisis y la falta de pesca disparan la vulneración de las zonas de veda

Un barco de cerco atracado en el puerto de Roses, ayer por la mañana.

Un barco de cerco atracado en el puerto de Roses, ayer por la mañana.

FERRAN COSCULLUELA
GIRONA

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Cada año hay problemas con las vedas en los caladeros catalanes porque algunos pescadores desaprensivos no las respetan. Es un secreto a voces que una ley no escrita de las cofradías obliga a mantener en silencio. Pero ya sea por la crisis o por el descenso de las capturas, este año la picaresca ha ido tan lejos que al final las quejas han llegado a oídos de la Guardia Civil, que se ha visto obligada a intervenir. El resultado ha sido la denuncia de dos pesqueros de cerco de la cofradía de Barcelona que faenaban en aguas de Girona en pleno periodo de prohibición. Una infracción administrativa que puede acarrearles una multa de hasta 60.000 euros y la inhabilitación durante tres años para el ejercicio de actividades pesqueras.

«La veda de la pesca de cerco se instauró en Catalunya en 1993 para proteger al pescado azul, especialmente la anchoa (boquerón) y la sardina, que están en periodo de crecimiento a finales de otoño e invierno. Lo que se persigue con esta medida es que los ejemplares puedan alcanzar tallas grandes. Por eso, la vulneración de la veda puede causar un gran perjuicio a las especies protegidas. Son prácticas deshonestas que están mal vistas por la gran mayoría de pescadores», explica Isabel Palomera, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona.

Palomera destaca que las vedas están subvencionadas por la Administración (armadores y pescadores cobran ayudas y el subsidio de paro por no ir a faenar) y que, además, en Girona y Tarragona se llevan a cabo en la época del año en la que la meteorología acostumbra a ser más adversa, por lo que su cumplimiento debería ser más estricto.

La forma en la que se lleva a cabo la veda de pesca de cerco, de manera escalonada en función de la zona del litoral afectada, favorece la picaresca, ya que algunos pescadores aprovechan que una de las zonas vecinas está en parada biológica para faenar en sus caladeros. Eso es lo que ocurrió en la madrugada del pasado 18 de noviembre (la pesca de cerco se realiza de noche), cuando una patrulla del Servicio de Vigilancia Marítima de la Guardia Civil sorprendió a los pesquerosEl JacoyMontes y Sabino, ambos con base en Barcelona, faenando en aguas de Girona, que durante esos días estaba de veda.

Fuentes conocedoras de la operación explicaron que los barcos se habían adentrado unas tres millas náuticas (más de cinco kilómetros) en la zona vetada, por lo que es improbable que se tratara de un pequeño desliz que a veces se produce cuando los pesqueros están siguiendo un banco de peces. De hecho, estos medios destacaron que la Benemérita actuó a raíz de las quejas de los pescadores de Girona que protestaban porque este año habían detectado numerosos barcos de otras cofradías faenando en sus aguas.

UN MAL AÑO / José Manuel Juárez, patrón mayor de la cofradía de pescadores de Barcelona, asegura que las embarcaciones no estaban faenando cuando fueron sorprendidas, sino que intentaban guiar un banco de peces hacia las aguas de su zona con la ayuda de las luces de los faroles. «El 2010 ha sido un año muy malo de pesca y en agosto muchas embarcaciones de Girona también entraron a pescar en aguas de Barcelona cuando aquí había veda», denuncia. Juárez destaca que los pescadores son los principales interesados en recuperar un sector que se ha sobreexplotado. «El problema de la pesca no es ese, sino conseguir reducir la flota actual en un 50% y que se aumente el tamaño de la anchoa que se captura en todo el Mediterráneo», argumenta.

Una opinión que comparte Lluís Sureda, presidente de la cofradía de pescadores de L'Escala, que ha admitido que este año ha recibido más quejas por la vulneración de la veda que en años anteriores. «A veces algunos pescadores de aquí también han entrado en sus aguas cuando ellos están de veda, es cierto, pero una cosa es que pase de tanto en tanto y cuando se va siguiendo un banco de peces, y otra muy distinta es lo que ha pasado este año», replica.