SUCESOS

El matrimonio de Serinyà se suicidó y su hijo autista fue asesinado

LLUÏSA FUENTES
GIRONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La investigación del caso de la familia de Serinyà (Pla de l'Estany) que apareció muerta este fin de semana ha confirmado que el hijo fue asesinado y que los padres se suicidaron, según fuentes próximas al caso. De esta manera queda descartada totalmente la hipótesis policial inicial que apuntaba a que el hijo, de 33 años y autista, se había cortado las venas para quitarse la vida. Una hipótesis que algunas horas más tarde dio un giro importante cuando los investigadores de los Mossos d'Esquadra encontraron sangre, probablemente del joven, en el coche de los padres, un Suzuki Vitara.

A partir de ese momento la policía autonómica empezó a considerar sospechoso el hecho de que los cadáveres hubieran aparecido en dos escenarios distintos: el hijo, en la bañera de la casa de turismo rural que regentaba el matrimonio en Serinyà, y la pareja, de unos 70 años, a cuatro metros de profundidad en el río Fluvià, cogidos de la mano y cargando unas mochilas llenas de piedras. Además, los Mossos veían difícil que el joven se hubiera quitado la vida por voluntad propia.

Los forenses acabaron ayer de realizar las autopsias de los tres cadáveres. Los Mossos no dan por cerrado el caso, ya que falta por determinar si, como sospechan, fueron los padres los que acabaron con la vida del hijo. En este caso, también quedarían por establecer los motivos que llevaron al matrimonio a cometer el parricidio. La policía analiza unas cartas de despedida que aparecieron en la casa de turismo rural Mas Cada- vall, que la familia regentaba desde hace unos 15 años.

APOYO A LOS FAMILIARES / El Ayuntamiento de Serinyà celebró anoche un pleno extraordinario para dar el pésame a los familiares de los difuntos y ofrecerles el apoyo del consistorio. La mujer tenia dos hijos más de una anterior relación. El alcalde de la población, Josep Antoni Ramon, explicó que desconocía si el matrimonio holandés tenía algún problema económico o de salud que hubiera podido desencadenar la tragedia. «La familia no hacía mucha vida de pueblo, pero nunca había causado problemas», añadió Ramon.

Serinyà, un municipio de 1.100 habitantes de la comarca del Pla de l'Estany, en Girona, continúa impactado por el suceso. Los vecinos, especialmente los que conocían a la familia, aseguran que el matrimonio vivía volcado en el cuidado de su hijo, que durante la semana laboral vivía en un centro de educación especial y pasaba los fines de semana en el domicilio familiar.