Las infraestructuras ferroviarias

Un fallo en el cerebro de la red deja toda Catalunya sin trenes dos horas

Una mujer sube a un tren en la estación de França, donde está ubicado el centro de control de Adif, ayer.

Una mujer sube a un tren en la estación de França, donde está ubicado el centro de control de Adif, ayer.

CRISTINA BUESA / Barcelona

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Para hacerse una idea de la afluencia de público a esas horas solo hay que revelar cuántos trenes circulaban en ese momento: siete. Precisamente por ese motivo, el descalabro fue menor. No obstante, la caída del cerebro eléctrico de la red de Rodalies, Media y Larga Distancia dejó ayer huérfana a toda Catalunya durante dos horas. Era festivo y eran las 5.30 horas de la mañana, es cierto, pero aun así ahondó en esa sensación de desamparo y dudas de la que el transporte ferroviario no logra alejarse en los últimos tiempos.

¿Puede un fallo eléctrico poner en jaque a todo el sistema? La respuesta, se vio ayer, es sí. Las siguientes preguntas de la mayoría suelen cuestionar cómo puede ser que todo dependa de un solo dispositivo. La respuesta, en este segundo caso, es que no es del todo así. Una portavoz de Adif, la responsable de la infraestructura, subrayó que tienen sistemas duplicados y en algunas ocasiones hasta triplicados pero que hay un punto, un lugar por el que tiene que acabar pasando todo, que es el transformador.

BATERIAS DE EMERGENCIA / Todo comenzó de madrugada. Eran las 1.30 horas cuando los técnicos del centro de control de tráfico de Adif, ubicado en la estación de França, se percataron de que había algo que no iba bien. El transformador se había averiado. Siguiendo su protocolo, activaron un sistema de alimentación ininterrumpida (conocido por sus siglas como SAI), que es algo así como una batería de emergencia. Hay dos acumuladores de energía de este tipo, igual que hay dos tomas de distintas compañías eléctricas para asegurar el suministro.

El SAI funcionó cuatro horas, un rendimiento bastante bueno, pero a las 5.30 horas se agotó. Fue entonces cuando se produjo el apagón ferroviario. Los siete trenes que en ese momento circulaban por las vías de toda Catalunya pudieron por suerte detenerse en las estaciones. Y hasta las 7.30 horas, nada de nada, ni un tren. El sistema de señalización no podía funcionar porque el centro de control estaba inutilizado. Hasta que los técnicos de Adif no realizaron un baipás, no pudieron rearmar todo el sistema y poner en marcha de nuevo Rodalies y también el resto de servicios del tren convencional. El AVE, que funciona desde el centro de control de la estación de Zaragoza-Delicias, se salvó del revés.

EL 25% DE LOS VIAJEROS HABITUALES / El tramo al que le costó más recuperar la normalidad fue entre Vic (Osona) y Montcada i Reixac (Vallès Occidental). Por este sector de la R-3 no pudieron pasar trenes hasta las nueve de la mañana, si bien en la mayoría de los casos la circulación se restableció a las 7.30 horas. Un portavoz de Renfe aseguró que se habían mantenido informados tanto a los pasajeros de las siete unidades afectadas como a los usuarios que llegaban a las estaciones. En un día festivo, la operadora estima que solo tiene un 25% de los habituales.

El coordinador de Rodalies, Marc García, evitó ayer cargar las tintas contra Adif. Describió la duplicidad de sistemas que tiene el centro de control de tráfico («no es cierto que sea obsoleto ni mucho menos», zanjó) y aseguró que tiene instalaciones «de alto nivel». En declaraciones a este diario, García admitió que tal vez sí se podría diseñar «de otra forma» para intentar que todo no dependiera de un único lugar de paso. Una vez más, y como ya es un ritual, la Generalitat pidió un informe sobre lo ocurrido tanto a Adif como a Renfe que se conocerá en unas semanas.

BUSCAR SOLUCIONES / La portavoz de Adif se refirió al fallo eléctrico como una cuestión inhabitual. «Por lo menos en los últimos 20 años no ha fallado jamás», insistió. También subrayó que la empresa responsable del transformador realiza un mantenimiento pormenorizado del dispositivo (algo que también defendió Marc García). A la espera de los análisis que esa compañía realice, la misma portavoz admitió que se buscarán soluciones y que «si hay algo que se deba replantear, se hará».