Un proyecto español lleva luz a las favelas a cambio de reciclaje

Francisca Raquel da Selva tiene 85 años y muestra orgullosa, al lado de un punto de reciclaje, su exigua factura eléctrica. Hace dos años que ni ella ni ningún pariente suyo pagan la luz gracias a un innovador proyecto puesto en marcha en Brasil que permite que las familias que separan sus desechos y los entregan para su posterior aprovechamiento se beneficien de atractivos descuentos en la factura de la electricidad.

Francisca vive en un barrio pobre de Fortaleza (Brasil) lleno de casas bajas de ladrillo visto y sin rematar, pero rodeado de impresionantes rascacielos de cristal. De hecho, la ciudad se encuentra entre los primeros puestos delranking de núcleos latinoamericanos con mayores diferencias entre clases ricas y pobres. Como en otras capitales del continente, las autoridades tienen demasiados problemas que solucionar como para ocuparse del reciclaje. Por ello, según un estudio de la universidad de Fortaleza, antes de que comenzara el proyecto la ciudad generaba 41.000 toneladas de residuos sólidos al mes, de las que apenas se aprovechaban el 7%.

MENOS RESIDUOS EN LA CALLE / Ante este panorama, la filial de Endesa en la zona, Coelce, ingenió un sistema que permitiese reducir la cantidad de basura esparcida por la ciudad y, al mismo tiempo, disminuir sus índices de impago y hurto de energía. Coelce tiene 2,8 millones de clientes, de los cuales dos tercios viven con rentas inferiores a los 200 euros, lo que favorecía que se demorasen en el pago e incluso que optasen por el robo de la electricidad. Pero desde hace tres años, ambos problemas preocupan menos a la eléctrica gracias a que las bolsas, botellas y latas vacías que normalmente se acumulan en las calles de las ciudades pobres suponen una fuente de ahorro para las familias de Fortaleza que se ocupan de recogerlas y separarlas en función de su material.

PUNTOS DE RECOGIDA / El proyecto, denominado Ecoelce, consiste simplemente en poner en contacto a las empresas que se dedican al reciclaje con las personas que generan los residuos. Dichas compañías son las que gestionan los puntos de recogida donde los abonados tienen que entregar la basura previamente separada. Los operarios pesan el contenido y compensan a los clientes con un descuento en la próxima factura de la luz que depende del precio del material en el mercado en ese momento. La rebaja se anota en una tarjeta, similar a las bancarias, y el cliente recibe además un comprobante. Coelce, que puede realizar un seguimiento inmediato de los valores abonados a través de internet, recibe a cambio el dinero de las compañías recicladoras.

LOS RESULTADOS / El programa lleva tres años y medio en marcha. En este tiempo, ha permitido a más de 236.000 clientes ahorrarse 975.837 euros en la factura eléctrica gracias a la entrega de 8.140 toneladas de residuos. Además, el 57% de los clientes morosos participantes en el programa han conseguido reducir su deuda con la compañía. «No hacemos esto porque seamos buenos -resume el presidente de Coelce, Abel Alves Rochinha-, sino porque es parte de nuestra estrategia porque un porcentaje alto de nuestros clientes no pueden pagar la factura».

El proyecto, que ha recibido reconocimientos internacionales, se ha extendido ya a otra filial de Endesa en Brasil, y la eléctrica española planea ponerlo en práctica en otros puntos de Latinoamérica.