CONFLICTOS

Decenas de vecinos dan su apoyo al centro de menores de Mataró

Uno de los participantes en el acto  de apoyo al centro de menores de Mataró lee un manifiesto, ayer.

Uno de los participantes en el acto de apoyo al centro de menores de Mataró lee un manifiesto, ayer.

FEDE CEDÓ / Mataró

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La controversia ha llegado a tal punto en el barrio Pla d'en Boet de Mataró (Maresme) que hasta el cura de la parroquia Nuestra Señora de Montserrat ha sido acusado de romper los votos de castidad y las feligresas, insultadas como «puñeteras viejas beatas» solo por haber apoyado el traslado del Centro Residencial de Acción Educativa (CRAE) de menores a las instalaciones parroquiales de la calle de los Castaños. Ayer, una concentración vecinal aglutinó decenas de apoyos a los agraviados y apoyó la instalación juvenil en el barrio.

Todo argumento que favorezca la integración y el traslado al edificio parroquial de la veintena de menores del centro Mas Sant Jordi

-actualmente alojados en una casa del barrio de Cerdanyola- genera tal crispación que hasta las entidades vecinales han tenido que actuar. Ayer, frente a la parroquia cuyas instalaciones albergarán el centro de menores, unas 150 personas suscribieron una proclama de rechazo «no tanto a la opción de traslado, sino a los insultos que reciben los que lo apoyan», matizó José Angel Fernández, portavoz vecinal.

A LA SALIDA DE MISA / Los manifestantes se congregaron a la salida de misa de doce frente a la parroquia de la calle de los Castaños y coincidieron en censurar «los insultos que han recibido el presidente de la asociación de vecinos, los feligreses, el alcalde y el párroco» solo por haber contrariado a una minoría ruidosa que lideran las comunidades de vecinos próximas al centro parroquial.

La presencia policial evitó el choque entre los bandos enfrentados y sorteó desafíos como los producidos en anteriores convocatorias, en que los opositores a la instalación juvenil lanzaron improperios al presidente de la asociación de vecinos de Pla d'en Boet, Quim Navarro, al que acusan de ceder ante la presión política. Ayer, los partidarios criticaron la campaña mediática contra el párroco, Josep Lluís Socias, al que los detractores han acusado de «ceder a los placeres de la carne» con tal de deslegitimar su apoyo a instalar el CRAE en la calle de los Castaños.