Plagas de difícil control

Tres nuevas especies de mosquitos invasores se expanden por Europa

Mosquitos comunes adultos en una jaula del centro de control de El Prat de Llobregat, el jueves pasado.

Mosquitos comunes adultos en una jaula del centro de control de El Prat de Llobregat, el jueves pasado.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / Barcelona

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Que no cunda el pánico. De momento, solo cabe estar vigilantes. Y, por supuesto, no bajar la guardia. La comunidad científica internacional sigue con atención las evoluciones de tres especies de mosquito -una de origen africano; otra, asiático, y la tercera, oriunda de América del Norte- que en los últimos años han empezado a proliferar por Europa y que, según todas las previsiones, pueden no tardar en llegar a la península Ibérica. Son primos hermanos del temido mosquito tigre, que lleva ya seis años instalado en Catalunya.

«El mosquito tigre o Aedes albopictus ha sido el primero en llegar a España, pero cualquiera de los otros tres puede ser el siguiente», asegura Roger Eritja, entomólogo y codirector del Servei de Control de Mosquits del Baix Llobregat. Dos de las variedades invasoras, la Aedes atropalpus y la Aedes japonicus, «pertenecen a especies que originariamente criaban en los agujeros de los árboles», explica Eritja.

Ahora, igual que hizo en su momento el mosquito tigre, estos insectos llegan a territorio europeo escondidos en neumáticos en desuso. La forma redonda y su impermeabilidad hacen que en esas piezas se acumule agua y otros residuos (por ejemplo, hojas en descomposición) durante largos periodos de tiempo. Eso las convierte en lugares propicios para el desarrollo de las larvas de mosquito.

EL 'EGIPCIO' / La especie que más preo-cupa a los científicos, al menos así lo ha manifestado en su último informe el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés), es la Aedes aegypti, originaria de la región etiópica, en el norte de África, que históricamente había llegado incluso a reproducirse en Catalunya, donde se dio por erradicada en los años 1950. «Preocupa porque es transmisora de enfermedades como la fiebre amarilla y el dengue», advierte el experto.

El mosquito egipcio lleva ahora cuatro años habitando en la isla portuguesa de Madeira, aunque ha sido localizado de forma aislada en Italia y en Turquía. «El pasado julio también llegó a Holanda, posiblemente en un barco, pero no parece que vaya a prosperar por razones climatológicas, por su intolerancia a las temperaturas frías», indica Eritja. De sus anteriores estancias en Europa, se sabe que el Aedes aegypti causó en 1821 la muerte de unas 8.800 personas en la ciudad de Barcelona en una epidemia de fiebre amarilla que azotó toda la capital.

Ya a finales de septiembre de 1996, durante un estudio ordinario para detectar si el mosquito tigre había llegado al norte de Italia, fue localizada, de forma casual, una primera población de Aedes atropalpus, otro de los insectos invasores que amenazan con colonizar ahora Europa, según el ECDC. Larvas de esa especie fueron recogidas en dos depósitos de almacenamiento de neumáticos, que habían sido importados desde el Este de Europa y América del Norte. Catorce años después, el avance del mosquito ha sido confirmado en Francia, Holanda y otras regiones de Italia.

EL 'JAPONÉS' / Más reciente, aunque más veloz, está resultando la expansión del Aedes japonicus, un insecto que ha llegado desde el Extremo Oriente y que ya se ha dejado ver en Bélgica, Francia, Alemania y Suiza, país este último en el que ha tenido una rapidísima difusión. Su presencia preocupa, entre otras cosas, porque es un animal que se adapta con relativa facilidad a las bajas temperaturas.

Tanto el japonicus como el atropalpus son mosquitos vectores del mal conocido como del Nilo Occidental, que en las últimas semanas ha causado una docena de muertes en el norte de Grecia. En esos casos, sin embargo, todo apunta al mosquito común como transmisor.