NUEVO REGLAMENTO DE LA LEY DE ESPECTÁCULOS

El Govern exime a las prostitutas del control sanitario obligatorio

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / Barcelona

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Los controles sanitarios a que deben someterse las prostitutas que desarrollan su actividad en burdeles dejarán de ser obligatorios, con la entrada en vigor este septiembre del nuevo reglamento de la ley de espectáculos y actividades recreativas, que hoy tiene previsto aprobar el Consell Executiu de la Generalitat,

La única normativa general que hasta ahora regulaba el ejercicio de la prostitución en Catalunya, un decreto del año 2002 en el que Interior establecía los requisitos que deben cumplir los burdeles, dejará de imponer como obligatorios los controles sanitarios de las trabajadores. A partir de ahora, la cuestión quedará en manos de los ayuntamientos, que, a través de los servicios sociales, son quienes mejor conocen la situación del colectivo.

«El objetivo es evitar que se utilice el estado de salud de esas personas como reclamo publicitario de los establecimientos, como ha ocurrido en alguna ocasión», arguyó ayer la directora general de Jocs i Espectacles, Mercè Claramunt, promotora de la reforma. El reglamento calca de forma casi literal todo el articulado del decreto 217/2002, por el que se regulan los locales de pública concurrencia donde se ejerce la prostitución, pero elude «de forma expresa», destacó Claramunt, la mención a los controles sanitarios, que el documento aprobado en época de CiU recogía en su artículo 12.1.

CHICAS 'LIMPIAS' / «De este modo, ningún local podrá seguir colocando rótulos o carteles, al menos bajo el amparo de la ley de espectáculos, con afirmaciones tales como que las chicas que ejercen allí están limpias». Con la derogación de este artículo desaparece, además, una de las pocas referencias legales que en España se hacían a los controles sanitarios de las prostitutas. En la Conselleria de Salut de la Generalitat, de hecho, «se impulsan campañas informativas y se facilita material profiláctico, pero no existe ninguna normativa específica respecto al colectivo», indicó una portavoz.

«Es que la salud no debe ser una obligación. Es un derecho, que además incumbe solamente a la persona afectada», esgrimieron fuentes de la asociación Genera, que defiende a las prostitutas. A su entender, los controles sanitarios impuestos por Interior han tenido más efectos perniciosos que beneficiosos. «Muchos clientes entendían que eso les daba derecho a no tomar precauciones y, por lo tanto, a no utilizar preservativos», lamentó la misma portavoz.

MÁS SEGURIDAD / El nuevo reglamento establece, además, que todos los locales donde se ejerzan actividades de naturaleza sexual estarán obligados a contratar los servicios «durante todo su horario de funcionamiento» de «como mínimo, una persona vigilante de seguridad privada» por cada 50 clientes.

Y para que la integridad física de empleados y clientes quede plenamente asegurada, dice, los burdeles también tendrán que garantizar la obtención de preservativos a todas las personas usuarias, ya sea entregándolos personalmente o mediante máquinas expendedoras. «En el interior de los locales se ha de fijar un rótulo advirtiendo que el uso de preservativo es la medida más eficaz para prevenir las enfermedades de transmisión sexual», agrega el reglamento.

El texto obliga también a los propietarios de estos establecimientos a disponer de zonas de vestuario y de descanso para el uso de las personas que trabajan en ellos. Estos espacios «no pueden ser utilizados para otras finalidades como la pernoctación o vivienda» de los empleados.