temperaturas extremas

La ola de calor sigue hoy tras batir el récord del verano

El aire tórrido que ayer castigó a Lleida y Girona llega también a BCN y Tarragona

EDWIN WINKELS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una masa de aire tórrido procedente del norte de África sobrecalentó ayer una importante franja de Catalunya, cruzando el país desde el suroeste hasta el noreste y dejando en muchos lugares las temperaturas más elevadas no solo de este verano, sino incluso de los últimos 20 años. Este último fue el caso del Alt Empordà, donde ayer las temperaturas, con respecto al miércoles, subieron más que en cualquier otra comarca, entre seis y ocho grados. Que esta ola de calor se presente a finales de agosto no es excepcional. El año pasado ya hubo una en la tercera semana del mes y en el 2007 se batieron récords entre el 26 y 28 de agosto.

Con los pronósticos apuntando a que hoy la canícula se mantiene aunque se desplaza un poco al litoral y prelitoral de Barcelona y Tarragona, ayer ya se pasó por primera vez este año de los 40 grados en uno de los observatorios del Servei Català de Meteorologia (Meteocat). En Tornabous (Urgell) se alcanzaron los 41,1 grados, la temperatura más elevada medida en Catalunya desde el verano del 2006.

OCHO GRADOS MÁS / Pero si en las comarcas centrales de Lleida ya están acostumbrados al calor veraniego, más asfixiados se debían sentir los habitantes del Alt Empordà. Aunque estaban alertados por los meteorólogos de que ayer sería un día especialmente caluroso, tampoco se esperaban llegar a los extremos que se registraron a media tarde. Algunas estaciones de meteorólogos aficionados de la comarca superaron los 40 grados: en Darnius, en las faldas del Pirineo, se llegó a 40,9SDgr.

El observatorio oficial de Cabanes (cerca de Figueres) batió con 39,9° su récord del año pasado (39,4°). Fue una temperatura ocho grados superior a los 31,6° del miércoles. Y no solo en el interior del Empordà se produjo este fenómeno: en la playa de Sant Pere Pescador pasaron de 29,7° a 37,2° en esas 24 horas.

En las cercanas comarcas de la Selva (39,4° en Anglès) y la Garrotxa (37,6° en Olot) también se superaron las temperaturas del muy caluroso fin de semana pasado, mientras que en la mayoría de las comarcas leridanas los registros fueron más o menos iguales.

Un poco más al oeste, Aragón fue ayer la comunidad que más sufrió el calor, sobre todo en el valle del Ebro, con temperaturas que rebasaron los 40° tanto en Zaragoza como en las provincias de Huesca y Teruel. En el sur, por donde entra la corriente de aire africano, no se batieron récords, pero tanto en Sevilla como en Córdoba se superaron los 41 grados, temperaturas parecidas a las que había en el interior de Valencia.

DESDE HACE UNA SEMANA / Pese a las elevadas temperaturas y la duración, casi una semana, de este episodio de fuerte calor, no se conocían ayer percances provocados por la canícula. Aun así, tanto el Meteocat como la Agencia Española de Meteorología (Aemet) mantienen la alerta por el calor para el día de hoy, esperando un moderado descenso de las temperaturas a partir del sábado, aunque el sol seguirá reinando.

Según el Meteocat, hoy el calor afectará más al litoral y prelitoral de Barcelona y Tarragona, que hasta ahora se habían salvado del sofoco y donde ayer se registraron las temperaturas más bajas. De hecho en varias poblaciones no se llegó a los 30°. Sin embargo, la elevada humedad en la costa provocó igualmente una sensación de bochorno, de un calor más molesto que la temperatura que indicaban los termómetros en Barcelona (32,3 grados) y Tarragona (30,8SDgr), por ejemplo.

Además, en Barcelona las últimas noches están siendo muy incómodas. Precisamente por culpa de la elevada humedad relativa (que de noche llega superar el 90% en el litoral) y de que la ciudad retiene mucho calor acumulado durante el día, la mínima en la noche del miércoles a jueves fue de 24,4° en el barrio del Raval.