TRAGEDIA EN LA VÍSPERA DE SANT JOAN

El Gobierno de Ecuador recurre el archivo de diligencias por el accidente de tren de Castelldefels

JESÚS G. ALBALAT

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El Gobierno de Ecuador ha anunciado hoy que ha recurrido el archivo de las diligencias por el accidente de tren del 23 de junio pasado en Castelldefels (Barcelona), en el que murieron doce personas, siete de ellas ecuatorianas.

El recurso ha sido interpuesto por la Secretaría Nacional del Migrante (SENAMI) en nombre del Gobierno, ha informado el organismo oficial en una nota de prensa, que con ello pretende "que continúe el procedimiento" y hace hincapié en que "hubo muy poco tiempo para estudiarlo".

El juez de Primera Instancia e Instrucción 1 de Gavà ha archivado las diligencias abiertas por el accidente de tren de Castelldefels en el que fallecieron 12 personas la víspera de Sant Joan, al concluir que se debió a una actuación "imprudente y temeraria" de las víctimas.

El juez, después de tomar declaración a los conductores y testigos, y de estudiar los informes periciales sobre el accidente, concluye que no hay indicios de ningún hecho delictivo y que la estación de Castelldefels Platja cumplía con la normativa vigente.

El magistrado considera que las instalaciones ferroviarias tenían la noche de la verbena de Sant Joan, el pasado 23 de junio, cuando se produjo el accidente, las condiciones de seguridad, iluminación y accesos adecuadas según la normativa.

Los datos de la caja negra

Para tomar su decisión el juez ha tenido en cuenta los datos obtenidos del disco duro de la caja negra del tren Alaris procedente de Alicante, las declaraciones del conductor de este convoy que arrolló a los fallecidos --que dio negativo en las pruebas de alcoholemia--, así como los informes elaborados por los Mossos d'Esquadra y el remitido por el ente gestor ADIF.

"La exhaustiva instrucción llevada a cabo en la presente causa únicamente puede conducir a la conclusión de que los 12 lamentables fallecimientos ocurridos como consecuencia del arrollamiento del tren (...) fueron consecuencia de una imprudencia atribuible a los fallecidos", razona el juez, que recuerda la prohibición de bajar y transitar por las vías, y que siempre deben cruzarse por los lugares habilitados.

Asimismo, determina que la actuación del maquinista fue "la debida", y que según las declaraciones de los testigos este accionó las señales acústicas y el freno de emergencia cuando se percató de la presencia de un grupo de personas que cruzaban las vías, que habían optado por no utilizar el paso inferior --que estaba debidamente señalizado e iluminado-- y que el convoy tardó 39 segundos en detenerse completamente.

Testimonio del conductor

Según el testimonio del conductor del tren de cercanías que se cruzó con el Alaris -segundos antes del atropello- éste llevaba las luces puestas, que eran visibles a unos 100 metros de distancia y que además circulaba a velocidad inferior a la reglamentaria, en concreto a 139 kilómetros por hora (km/h) según la caja negra.

Uno de los testigos que se encontraban en el apeadero manifestó que nada más arrancar el tren cercanías en el que llegaron las víctimas a la estación de Castelldefels "la gente estaba deseosa" que marchase el convoy "para cruzar las vías".

El juez señala además que la locomotora había superado a una "minuciosa inspección" varios días antes del accidente, y que las luces del apeadero, 14 luminarias que, según diversos testimonios estaban encendidas, así como la señalización de entrada y salida de la estación y de la prohibición de cruzar las vías era la correcta.