SUCESOS

Un grupo de ecologistas arrasa un campo de maíz en el Empordà

Los asaltantes creían que se trataba de una plantación experimental

R. M. PAGÈS
GIRONA

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El teléfono de Abdon Blay, un agricultor de 30 años del pequeño municipio de Gualta (Baix Empordà), hace días que no para de sonar. Muy a su pesar, se ha convertido en popular al ser el propietario de un campo de maíz arrasado por un grupo ecologista el pasado lunes, entre las 6 y las 7 de la mañana. Los vándalos echaron a perder una cosecha de 17.000 kilos porque, según un comunicado de los activistas aparecido en internet, se trataba de un campo experimental de transgénicos de la empresa Syngenta, uno de los mayores productores de semillas del mundo.

Su eficacia –apenas tardaron 15 minutos en arrasar el maizal– contrasta con la mala calidad de su información, puesto que el maíz plantado en dicho campo era transgénico pero convencional, como el de la mayoría de campos de la zona. Blay ha denunciado el caso ante los Mossos d'Esquadra, quienes lo están investigando, de momento, sin resultados. La acción la llevaron a cabo entre 50 y 100 personas con monos blancos y guantes de látex.

ZONA ESPECIAL El afectado explicó que la multinacional Syngenta se había puesto en contacto con él para experimentar con nuevas variedades. Cuando parecía que iba a haber acuerdo, la Generalitat frustró el intento porque se trata de una finca cercana a una zona de protección especial. El inconveniente, para Blay, es que el campo ya figuraba en la lista de campos experimentales que maneja el Ministerio de Agricultura. Si este joven agricultor quiere recuperar el dinero deberá recurrir a la justicia. Syngenta le brindará apoyo legal.