Directora de documentales

Francesca Svampa: «Las mujeres gitanas no tienen entre sus prioridades estudiar»

<b>PASE DE ‘RROMIÀ. ROMANI WOMEN’.<BR/></b>Librería Altaïr. Gran Via, 616. Entrada libre. A las 19.00 horas.

Francesca Svampa.

Francesca Svampa.

SONIA GARCÍA GARCÍA
BARCELONA

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Nacida en Fermo, Italia (1979), Francesca Svampa estudió Economía. Vive en Barcelona y se dedica de lleno a los audiovisuales. Hoy proyecta Rromià. Romani Women (mujeres gitanas) en la Librería Altaïr junto a Israel Cucho Ramírez

–que presenta Kaló d’aquí, sobre valores de la cultura gitana–y Pere García, vicepresidente del Consell Municipal del Poble Gitano.

–¿Qué se verá en su documental?

–La historia de Tatiana Font, una joven gitana, del barrio de Gràcia, que hace dos años, cuando se rodó la película, era la primera mujer de su comunidad que había terminado una carrera universitaria.

–¿Cómo surgió la película?

–Las dos participábamos del proyecto Raíces y caminos, de la Comunidad Europea. Los asistentes éramos todos jóvenes con orígenes y culturas diferentes. Ella, por su origen gitano, y yo, por interés propio, decidimos rodar el filme.

–¿Bajo una perspectiva especial?

–Contar la historia de Tatiana a través de su punto de vista de mujer y repasando las diferentes generaciones con las que convivió.

–Para Tatiana no sería fácil estudiar.

–Tampoco le fue difícil. Digamos que, entre los gitanos, quien te apoya no te dice nada y quien no te apoya hace presión todo el tiempo para que lo dejes. Ella vivió, de alguna manera, esa soledad.

–¿Había otras mujeres gitanas que estudiaban en el barrio de Gràcia?

–Sí, había otra chica que estudiaba la secundaria. Yo no conocí a otras.

–¿Qué hace ahora Tatiana?

–Está a punto de tener un bebé y sigue con la idea de viajar, ampliar sus conocimientos y poder crecer intelectualmente.

–¿Cuál es el mensaje del filme?

–Es una historia de superación. Cada uno tendría que decidir qué hace en la vida y aunque parezca difícil o imposible, con el esfuerzo y las ganas se puede conseguir.

–¿También las mujeres gitanas?

–Sí. Tras conocer a Tatiana, creo que las mujeres de la comunidad gitana no estudian porque no está dentro de sus prioridades y no es su elección . Pero tienen poder, iniciativa, y son en general muy activas.

–¿Su trabajo es sobre mujeres?

–Me ha tocado contar historias donde las protagonistas son mujeres. En otra película que codirigí, El Miedo en el cuerpo, las mujeres reflexionan cómo la sociedad patriarcal te hace creer que eres débil y necesitas protección, cuando en realidad no es así.