El Estado Islámico lanzó una campaña en el 2016 para contratar traductores de español

El grupo terrorista Estado Islámico (EI) lanzó en el verano del 2016 una campaña en internet para contratar a traductores de español, lo que sugiere un incremento del interés por captar a combatientes hispanohablantes. Así lo apunta el Informe Anual de Seguridad Nacional correspondiente al año pasado, al que ha tenido acceso Europa Press. El documento advierte de que internet sigue siendo un instrumento clave en las actividades que el yihadismo puede desarrollar en España, "desde la captación y adoctrinamiento de militantes hasta la incitación o dirección de ataques terroristas en territorio nacional".

De hecho, el informe alerta de que "en los últimos meses" ha habido un "significativo aumento de las comunicaciones" de las organizaciones yihadistas, especialmente del EI, que contienen "amenazas genéricas sobre España o sus intereses en el exterior". En concreto, aluden a Al Andalus o a determinadas ciudades españolas, y también hacen mención a "Occidente o Europa como objetivos".

"Además, este año han sido publicados algunos comunicados en español; esto implica un incremento del riesgo por su influencia sobre los radicales instalados en nuestro país", apunta el documento elaborado por el Departamento de Seguridad Nacional, que dirige Alfonso de Senillosa.

El Informe Anual de Seguridad Nacional, de 180 páginas, hace un diagnóstico completo y actualizado de la evolución de los riesgos y amenazas para la seguridad de España. Aprobado el pasado 20 de enero por el Consejo de Seguridad Nacional, el órgano asesor del Gobierno en esta materia, en su primera reunión de la legislatura, está previsto que el jefe de Gabinete del presidente Mariano Rajoy, Jorge Moragas, lo presente en el Congreso la próxima semana.

BASE LOGÍSTICA

Las conclusiones también señalan a las operaciones que revelan que España "sirve de base para la actividad logística de las redes de captación, que actúan tanto en Europa como en el ámbito geográfico magrebí y mediterráneo". A lo largo del 2016 se confirmó que desde España, al igual que en el resto de Europa, "se trasladan, mediante diferentes redes de captación, individuos radicalizados a zonas de conflicto, especialmente a Siria e Irak". El informe calcula que la mitad de los integrantes del Estado Islámico proceden de países distintos a estos dos y, según el Ministerio del Interior, unos 200 llegaron desde España.

En cuanto a los retornados; es decir, terroristas que han combatido en Irak o Siria y que regresan a Europa, el documento del Departamento de Seguridad Nacional reitera un año más el "peligro" que supone la libertad de circulación en el territorio Schengen. Según los últimos datos de Interior, en España se han detectado unos 25 retornados desde que el Estado Islámico proclamó su 'califato'.

Por todo ello, el informe remarca la importancia en la lucha contra la radicalización violenta "del control de propaganda yihadista y la implementación de acciones para contrarrestarla", ya que la estrategia de comunicación de los yihadistas se ha "profesionalizado" aún más a lo largo del 2016.

AMENAZA CONTRA LA AVIACIÓN CIVIL

También se advierte del incremento de la amenaza terrorista contra el sector de la aviación civil, al ser considerado un "objetivo de alto valor añadido para el terrorismo" yihadista, ya que supone "un medio para perjudicar el funcionamiento de la economía internacional, así como para obtener un importante impacto mediático". 

Ante esta amenaza, se identifica como uno de los retos en seguridad, tanto a nivel nacional como internacional, "conseguir una mayor seguridad en los sectores aeronáutico y ferroviario".

En España se llevaron a cabo, subraya el estudio, 36 operaciones policiales que concluyeron con la detención de 69 personas por su vinculación con este tipo de terrorismo.

LA COLABORACIÓN DE LOS MOSSOS

En este punto, el documento hace hincapié en la colaboración de los Mossos d'Esquadra, "propiciada por el hecho de que Catalunya es la zona en la que los procesos de radicalización detectados han sido más rápidos y cuya comunidad islámica se caracteriza por ser la más radical y con más vínculos con otros extremistas de Europa".

Mientras que el capítulo de terrorismo dedica la mayor parte de sus diez páginas al terrorismo yihadista,  reduce a poco más de un párrafo la mención a ETA, de la que recuerda que "ha perdido gran parte de su capacidad organizativa y operativa". Según el documento, la derrota de la banda sitúa ahora el reto para el Estado en "la deslegitimación terrorista, la desaparición del odio generado durante tantos años, el relato histórico de lo sucedido y una memoria justa con el sufrimiento de las víctimas del terrorismo".