LA CORTINA DE HUMO

No son 'indepes'

TONI AIRA

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Carme Chacóndijo, el día en que el PSC rompió la disciplina de voto del PSOE en el Congreso y ella hizo igual pero con la del PSC, que no votaría por la ruptura de España. Pero el caso es que aquel día allí se había propuesto votar por el diálogo entre los gobiernos español y catalán, camino del derecho a decidir. Error (buscado) en la lectura de las intenciones de los otros, pues. E igual pasa ahora con los destacados nombres socialistas que reclaman una apuesta decidida por el derecho a decidir y que reciben como respuesta contundentes réplicas de sus compañeros de filas, enony enoff. No sufren la «tentación soberanista» quePere Navarroles ha invitado a evitar. Reclaman sinceramente derecho a voto. Es paradójico que esto suene a radical en un partido que se llama progresista.

Y de aquí parte del diagnóstico fallido que estigmatiza al veteranoJoaquim Nadal, pero no solo a él. Es aún más significativo el vacío a que el partido está sometiendo a gente como el jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona,Jordi Martí. Porque él, a diferencia deNadal, es un político con poca mochila. Si sus compañeros le dejaran (pinta que no pasará), tendría más futuro que pasado político. No ha formado parte de los aciertos pero tampoco de los fracasos y los errores del PSC de las últimas décadas. Y trata de sacar la cabeza en el complicadísimo y poco mediático desierto de la oposición municipal. No asume las tesis oficiales de los suyos sobre el derecho a decidir, y la cúpula le responde (enoff) que «no se pueden ganar elecciones contra el partido».

Podría pasar que no lo acabemos viendo ni de alcaldable. El partido apuesta ahora para esta plaza por unJaume Collboni, portavoz del partido, que ha tragado bastante, a veces a regañadientes y dejando evidencia discreta pero inequívoca de su desconcierto ante la confusión que el liderazgo deNavarroy su discurso proyectan desde el último congreso del PSC. Pero se ha mantenido disciplinado y a disponer.Martí, en cambio, sale del pleno del Ayuntamiento cuando su partido vota en contra de adherirse al Pacte pel Dret a Decidir. Y tiene de jefa de gabinete aMarta Grabulosa, que lo fue dePasqual Maragall. Y de jefe de prensa aCarlos González, que lo fue deFerran MascarellyMontserrat Tura.

No sonindepesy no buscan guerra a pesar de que su posicionamiento les valga palos de sus compañeros. Son parte del secreto del éxito de un PSC del queMaragallllegó a decir que era «el partido que más se parecía a Catalunya». Si algún día fue así, está claro que cada día que pasa lo es menos, por deméritos propios.