Societat Civil Catalana alerta en un estudio que la secesión llevaría a un "colapso" económico

El informe de la entidad unionista concluye que la independencia situaría a Catalunya en una "crisis permanente"

Societat Civil Catalana alerta en un estudio que la secesión llevaría a un "colapso" económico

Societat Civil Catalana alerta en un estudio que la secesión llevaría a un "colapso" económico / periodico

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Societat Civil Catalana ha presentado este jueves un estudio en el que se alerta de que la secesión llevaría a un "colapso" y una "crisis permanente" en Catalunya, con efectos "catastróficos" como una caída del comercio con España, un 16 % de aumento de paro y 16.000 millones en recortes por la Generalitat.

Bajo el título "Consecuencias económicas de una hipotética secesión de Catalunya", el informe apunta a que, con una margen de error del 15 %, la independencia provocaría una caída del 45 % del comercio con el resto de España, unas implicaciones sobre el PIB "gravísimas y permanentes" y una reducción del 16 % de empleados.

Así lo ha detallado el responsable del estudio, Ferran Brunet, miembro de SCC y profesor de Economía Aplicada de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), que ha advertido de que ese proceso llevaría a un "colapso catastrófico" y un "descenso a los infiernos", especialmente ante la "incertidumbre" de este proceso.

El informe, en el que han participado unos treinta economistas y expertos, ha sido presentado por Brunet en el Colegio de Periodistas de Catalunya, junto al vicepresidente primero de SCC, Joaquim Coll, y el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona (UB), Francesc Granell.

Coll ha pedido abandonar el "sentimentalismo y construir un debate sereno y racional": "La pantalla en una hipotética secesión sería de color negro. Podríamos discutir si sería negro, gris, negro brillante, azulado o ultranegro. ¿Estamos dispuestos a sacrificar una generación a cambio de un futuro que no sabemos cómo será?".

El estudio plantea que el comercio con el resto de España caería un 45 %, mientras que con el resto de la Unión Europea bajaría un 25 % y, con el resto del mundo, un 20 %; a nivel bancario, además, se produciría una huida de depósitos, un "corralito", escisión de empresas y devaluación de salarios, además de problemas de liquidez en el conjunto de entidades bancarias.

La caída del PIB, en el escenario más optimista, llegaría hasta el 7,4 %, mientras que otros escenarios más pesimistas elevan esa disminución hasta un 14,2 % e incluso un 23,5 %. Por otro lado, el impacto en el empleo sería "muy grave", con una destrucción de 447.000 puestos de trabajo, el 16 % del empleo, por lo que la tasa de paro alcanzaría el 34,4 %.

"CATALUNYA ENTRE LOS PAÍSES MÁS ENDEUDADOS"

El déficit público aumentaría hasta el 10,3 % del PIB y la deuda pública hasta el 118 % del PIB, lo que "situaría a Catalunya entre los países más endeudados", mientras que "el grave deterioro de las finanzas públicas obligaría a fuertes recortes del gasto público de la Generalitat en partidas claves", de 16.000 millones de euros.

"Las implicaciones negativas en el balance bancario harían inviable la financiación de pymes y supondrían una restricción financiera insalvable", afirma el informe, mientras que Catalunya perdería 500 millones de euros al año en fondos europeos, "lo que reduciría un 16 % de la renta de las 59.000 masías" catalanas.

"Los efectos ya se ven -ha sugerido Brunet-. Las cosas no son gratis, la incertidumbre es la pieza clave de todo este proceso, y el resultado es negativo. Lo que hay que saber es si es negativo, un poco negativo, muy negativo o catastróficamente negativo".

Granell, por su parte, ha opinado que la implantación de una nueva moneda haría a los catalanes "estar más debilitados en sus finanzas", ha advertido de los efectos que tendría la secesión sobre grandes empresas catalanas y, si bien ha rechazado que hubiera un "boicot total" por parte del resto de España, ni el efecto frontera sería "tan catastrófico", sería "sin duda una dinámica negativa".

También se ha mostrado favorable a corregir el déficit fiscal que "existe", además de reformar la Constitución y "dejar claro que Catalunya es una nación": "La independencia, salir de la UE y de la ONU no es la buena línea, sino "mantener un diálogo con La Moncloa", ha añadido el catedrático de la UB.