La Síndica de Barcelona abre una investigación sobre el modelo turístico

Maria Assumpció Vilà ha decidido abrir esa investigación de oficio a raíz de las recientes movilizaciones emprendidas por vecinos de la Barceloneta

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La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha abierto una investigación de oficio para evaluar el impacto del modelo turístico de la ciudad, al constatar el "destacado malestar" que está provocando entre vecinos y entidades de determinados barrios.

Según ha informado en un comunicado, la Síndica ha decidido abrir esa investigación de oficio a raíz de las recientes movilizaciones emprendidas por vecinos de la Barceloneta contra el llamado "turismo de borrachera", por lo que se ha dirigido al consistorio para pedirle información acerca del impacto del turismo en Barcelona.

El objetivo de esa investigación es estudiar los efectos que provoca en la ciudadanía y en los barrios el actual modelo turístico barcelonés, "sin perder de vista que es una de las fuentes de ingresos más importantes de la ciudad", añade el comunicado de la Síndica.

En la petición de información que ayer remitió al consistorio, Vilà sostiene que el creciente número de viajeros ha convertido a Barcelona en un destino turístico de primer orden, que "supone un importante potencial y oportunidades para la ciudad, pero al mismo tiempo crea unas realidades y necesidades nuevas que se tienen que gestionar".

Entre otros aspectos, la Síndica quiere estudiar en su informe las medidas que el Ayuntamiento de Barcelona ha desarrollado para lograr los objetivos previstos en el Programa 13 del Plan Estratégico de Turismo, que regula la gestión municipal de los efectos de la actividad turística.

En su petición de información, Maria Assumpció Vilà asegura al consistorio que ha podido constatar un "destacado malestar" entre vecinos y entidades de algunos barrios de Barcelona por los efectos derivados del turismo.

La Síndica advierte que ha constatado "situaciones que pueden alterar la convivencia entre ciudadanos y viajeros, tanto por comportamientos incívicos y contaminación acústica, como por las consecuencias que a nivel social y económico pueden generar algunas prácticas y la forma en que se regulan".

A Vilà, añade el comunicado de prensa, le preocupa especialmente el "frágil equilibrio" entre viajeros y residentes, en el marco del modelo turístico actual.