LAS FINANZAS PÚBLICAS

¿Qué supone la prórroga de los presupuestos?

El 'president' Artur mas y el 'conseller' de Economia, Andreu Mas-Colell, en una comparecencia en la Diputación Permanente del Parlament.

El 'president' Artur mas y el 'conseller' de Economia, Andreu Mas-Colell, en una comparecencia en la Diputación Permanente del Parlament.

FIDEL MASREAL / XABIER BARRENA / Barcelona

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Los ciudadanos que no sean expertos en política presupuestaria, es decir la mayoría, se preguntarán qué diferencia hay entre presentar unos presupuestos o prorrogar los anteriores si en ambos casos los ingresos y gastos del Govern se tienen que ajustar aldéficit del 1,58% fijado como tope por el Ministerio de HaciendadéficitHacienda. La diferencia existe, según los expertos economistas consultados por EL PERIÓDICO, tanto en términos políticos como de gestión.

Las mismas partidas de gasto

"Prorrogar el presupuesto es tener muy poco margen de maniobra; las partidas de gasto corriente del ejercicio precedente se mantienen, a razón de un gasto de una doceava parte del total cada mes; no se puede hacer nada", explica el decano del Col·legi d¿EconomistesJoan B. Casas. Es decir, no existe capacidad para decidir nuevas inversiones o modificar las existentes para dedicarlas a atender nuevas prioridades sociales o económicas.

Además, se crean situaciones a resolver. Por ejemplo la que apuntaÁngel de la Fuente, doctor en Ciencias Económicas: "En aquellas partidas que se destinaron a objetivos ya cumplidos, por ejemplo una carretera, ¿qué se hace con ese dinero?". Falta por ver, por ejemplo, si esa reserva de fondos se destina a otros proyectos de la misma 'conselleria' o el Govern los atribuye a otra.

Cerrojo a nuevos programas

Este corsé es el que define la catedrática de EconomíaNúria Bosch: "Estás más atado y el margen de las 'conselleries' para las subvenciones es muy pequeño". Una atadura que ya han denunciado, meses atrás, representantes tanto de las entidades sociales como de la patronal Fepime. Los primeros, porque si la inyección económica pública en las asociaciones que trabajan con los más desfavorecidos ya ha sufrido retrasos e impagos, la no existencia de nuevo presupuesto esfuma las escasas esperanzas de contar con algo más de oxígeno mediante una reorganizacion de ingresos y gastos en favor deltercer sector social. Fepime se quejó también de que sin cuentas actualizadas es imposible poner en funcionamiento nuevos programas de estímulo económico.

Sin examen político

La otra gran diferencia entre prorrogar las cuentas y elaborar unas nuevas es de naturaleza política. Aunque ambas opciones desemboquen en un déficit del 1,58%, no es baladí que en el primer caso, el que probablemente decidirá el Govern, se evita el debate en elParlamentcon la oposición. El respeto al límite de déficit es el mismo, pero la visualización de los recortes difiere.

Hacer unas nuevas cuentas obliga a decidir y exponer por dónde se aplica la tijera. Obliga a comparecer en la Cámara y defenderlo ante una oposición que desea demostrar, primero queCiUrecorta y, segundo, queERCes cómplice. En cambio la prórroga, formalmente, pone al Ejecutivo catalán del lado de los que se oponen a los draconianos recortes y el sujeto de las protestas pasa a ser el Gobierno central.

Los precedentes

Mantener el presupuesto anterior es un instrumento que ya utilizó el Govern deJordi Pujol y también eltripartito. Algo que en el 2003 el entonces 'conseller' de Economia,Antoni Castells, reconocía que dejaba "poco margen porque partidas tan importantes como personal, gasto corriente o inversiones plurianuales" se iban a mantener.

La alternativa rupturista

En la actual circunstancia, Bosch avala que la prórroga incluye "una actitud de protesta por el techo de déficit". Casas añade que un presupuesto nuevo no incluiría muchas novedades respecto del prorrogado. La alternativa rupturista, la de unas cuentas que incumplieran el déficit, tiene el hándicap de encontrar "quién te financia el déficit adicional", recuerda el decano preventivamente.

En la práctica, el Govern deArtur Mas ha actuado con una prórroga actualizada que acataba el 0,7% de déficit inicialmente dictado por el Ejecutivo del PP, y posteriormente se ajustó, de facto, al 1,5% que finalmente se ha dictado. Una cifra que CiU ha juzgado totalmente injusta pero que el 'conseller' de Economia,Andreu Mas-Colell, situaba en diciembre como el horizonte favorable a conseguir para este año.