Análisis

Rebañar el plato

ANTONIO ARGADOÑA

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Rebañar el plato es lo que quiere hacer elpresidentMascon las medidas anunciadas ayer para reducir el déficit del presupuesto de la Generalitat para 2012 al 1,3% del PIB. No hay muchos rincones de donde sacar más fondos. El impacto político será, probablemente, más duro que el real. Y la prisa con que se anuncian estas medidas, inmediatamente después de las elecciones, hace pensar que la situación de las finanzas de la Generalitat debe ser bastante lamentable.

Las medidas son un parche. Los sueldos de los funcionarios no se van a poder reducir más, la gasolina no podrá seguir encareciéndose y el «tiquet moderador» de la sanidad no dará para mucho. Me recuerdan a la familia que recurre a la hucha del niño para pagar una factura inesperada: esto no anuncia un futuro prometedor para las finanzas del hogar, deja mal ambiente y, desde luego, el niño se quedará sin sus ahorros.

La urgencia y la irregularidad de las medidas tienen que ver con la falta de un marco adecuado para buscar mejores soluciones. El Gobierno socialista dejó todo en el aire, y el nuevo Ejecutivo tardará meses en establecer un nuevo marco fiscal con las autonomías. Y ese marco es imprescindible para ver cuánto dinero podrá tener cada una, cómo quedarán los impuestos y los recargos autonómicos, y cuál es el grado de ajuste presupuestario que aún queda por hacer.

De todos modos, me parece que las elecciones del domingo pasado pusieron de manifiesto que los ciudadanos ya se van enterando de que tenemos unos cuantos problemas que afectan a variables tan importantes como nuestro Estado del bienestar, los impuestos que pagaremos, los servicios que nos proporcionarán nuestras administraciones públicas y la carga que supondrá nuestro endeudamiento como país. Ahora estamos en el proceso, doloroso pero necesario, de reconocimiento de la enfermedad, de debate sobre los remedios, de establecimiento de las prioridades, de diseño de las medidas y de su aceptación por todos o por casi todos.

Me parece que alpresidentMasle faltaron ayer un par de cosas. Una, decir que las medidas tomadas no son definitivas, pero que no se pueden poner otras sobre la mesa hasta que el Gobierno español presente sus reglas del juego. Para el niño cuya hucha han vaciado, esta explicación no es un gran consuelo, pero al menos sirve para entender que el Govern no se está saltando las normas de una política fiscal bien llevada.

La otra cosa que hubiese podido decir elpresidentera que estamos en una emergencia: no la del presupuesto del 2012, sino la necesidad de reelaborar las estrategias de país. Lo que discutiremos en los próximos meses no serán el canon del agua o las tasas universitarias, sino qué Estado del bienestar estamos dispuestos a sostener, cómo repartiremos los costes de la salida de la crisis o cómo será la sociedad que dejaremos a nuestros hijos. Entramos, pues, en una fase que podríamos calificar de refundación parcial de Catalunya. Aunque no estoy seguro de que eso sea lo que elpresidentquiera hacer.