PLENO DE INVESTIDURA

Rajoy, Sánchez y Domènech devuelven a Azaña al Congreso

El líder de En Comú Podem y el del PP polemizan sobre la defensa del expresidente republicano del derecho de autodeterminación

Manuel Azaña

Manuel Azaña / periodico

ROGER PASCUAL / BARCELONA

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Manuel Azaña ha vuelto al Congreso. Xavier Domènech ha citado al expresidente del Gobierno durante la Segunda República en su reivindicación del derecho de Catalunya a elegir su futuro. Mariano Rajoy ha tirado de ironía en su respuesta al líder de En Comú Podem. "Citar a Azaña para defender el derecho de autodeterminación es algo que me tiene que explicar con claridad, y si no, léase la Velada en Benicarló"

“El último estado peninsular procedente de la antigua monarquía católica que sucumbió al peso de la corona despótica y absolutista fue Catalunya; y el defensor de las libertades catalanas pudo decir, con razón, que él era el último defensor de las libertades españolas”, ha dicho Domènech, citando a Azaña, al que minutos antes también había invocado Pedro Sánchez, señalando que "nadie tiene derecho a monopolizar el patriotismo y ningún problema político tiene solución en el patriotismo". 

EVOLUCIÓN IDEOLÓGICA

El pensamiento político de Azaña fue evolucionando, especialmente con la cuestión catalana. El historiador Domènech bien lo sabe. Y también Jaume Asens, teniente de alcalde y compañero de Domènech, que ha recuperado un par de discursos en los que el expresidente republicano se posicionaba en favor del derecho a decidir de Catalunya. "Si algún día dominara en Catalunya otra voluntada y resolviera remar ella sola su navío, sería justo permitirlo y nuestro deber consistiría en dejaros en paz, con el menr perjuicio posible para unos y otros, y desearos buena suerte, hasta que cicatrizada la herida pudiéramos establecer al menos relaciones de buenos vecinos", sentenciaba en Barcelona en 1930. Un año más tarde, Azaña volvía a insistir en la misma línea. "Nuestro lema, amigos y correligionarios, no pueder ser más que le de la libertad para todos los hispánicos, y si alguno no quiere estar en el solar común que no esté"

Azaña pasó de ser un defensor de los derechos catalanes, empezando por el Estatut de Núria, a desencantarse con la cuestión catalana, especialmente después de que Lluís Companys declarara el Estado catalán en 1934. Al convertirse en presidente de la República en 1936, Azaña expresaba que "por lo visto es más fácil hacer un Estatuto que arrancar el recelo, la desconfianza y el sentimiento deprimente de un pueblo incomprendido". En sus memorias dejó, evocando el aforismo del general Espartero, una frase que sigue levantado polvareda. "Una persona de mi conocimiento asegura que es una ley de la historia de España la necesidad de bombardear Barcelona cada 50 años. El sistema de Felipe V era injusto y duro, pero sólido y cómodo. Ha valido para dos siglos".