Rajoy obvia el 'caso Soria' y sigue con la precampaña

El Gobierno y el PP tratan de impostar que el 'caso Soria' es un asunto cerrado y bien resuelto con la dimisión del ministrodimisión del ministro de Industria. Para ello, su estrategia consistió este sábado en no hablar de José Manuel Soria, como si la polémica no hubiera existido. Un día después de la renuncia del ministro y de que este aceptara haber tenido una empresa en un paraíso fiscal paraíso fiscal, Mariano Rajoy y la cúpula del PP participaron una convención del partido en la que no mentaron el tema, buscando así que no perjudique su estrategia, plenamente de precampaña electoral.

A la entrada y a la salida del acto el presidente rehuyó a la prensa, mientras que su discurso volvió a girar en torno a la necesidad de poner en marcha un Gobierno estable con el PSOE, pero sin mostrar demasiadas esperanzas en su consecución, dados los ataques a Pedro Sánchez y los anuncios en clave electoral.

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La convención versaba sobre educación y en este ámbito prometió un plan de digitalización de la enseñanza y que ningún universitario, en el plazo de 10 años, obtendrá el título si no acredita un conocimiento intermedio de inglés. Sobre la regeneración democrática, en tono campechano y genérico señaló: “Toda la que quieran”.

LA RESPONSABILIDAD

En la misma línea, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no hizo ninguna alusión directa al caso, pero sí contrastó la "responsabilidad" del PP frente a "aquellos que intentan rehuir sus responsabilidades como políticos". Fuera de esta convención, el ministro Jorge Fernández Díaz se expresó en términos similares al instar a los partidos a actuar con la “coherencia” de Soria, mientras que el vicesecretario conservador Fernando Martínez Maíllo admitió que su partido no puede pedir más explicaciones al también expresidente del PP canario, dado que también ha renunciado a la militancia.

Más allá de si ofrece nuevas aclaraciones, el sentir mayoritario en el PP es que la polémica se ha zanjado “bien”, con una rápida dimisión, en comparación con otros escándalos, como el que afecta a Rita Barberá, quien se niega a renunciar a su acta de senadora y a su militancia pese al ‘caso Taula’. Por ello, la cúpula del PP confía en que la polémica no desgaste mucho más a Rajoy, aunque la oposición previsiblemente insista en que rinda cuentas.