El partido heredero de Convergència busca su perfil ideológico

El líder de CDC y 'president' en funciones, Artur Mas, durante la convención municipalista de CDC en Seva.

El líder de CDC y 'president' en funciones, Artur Mas, durante la convención municipalista de CDC en Seva. / periodico

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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El partido sucesor de Convergència se parecerá a CDC en su voluntad de ocupar el espacio central de la política, con toques de progresismo y de liberalismo a partes iguales. En lo demás, la novedad será la norma. El sistema de organización, de toma de decisiones y las caras con las que se aplicará esta fórmula serán radicalmente distintos, según explican fuentes conocedoras del diseño de esta nueva fuerza.

La salud de CDC está tan maltrecha que la medicina prevista, la refundación, se ha quedado corta ante los males que aquejan al partido que instituyó, entre otros, Jordi Pujol. El partido echa el cierre. Y el que se abrirá escogerá a sus cargos y listas electorales mediante el voto de todos los militantes. El modelo que se persigue es similar al de los dos grandes partidos norteamericanos: una estructura mucho más ligera organizativamente, y una militancia abierta y centrada en campañas concretas, proyectos puntuales y sin duda en la cita con las urnas. Es lo que explica el responsable actual de política local convergente y alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals: "Hemos de incorporar  formas nuevas de organización, eliminar gastos innecesarios mediante una estructura ágil con pocos gastos. Ni endeudamientos tan altos, ni campañas tan caras ni pedir tanto dinero a los bancos".

"El liderazgo y las candidaturas han de ser escogidos por primarias, ha de ser un partido más abierto y captar fórmulas de colaboración más allá de la militancia y con caras nuevas sin sombra alguna de haber hecho algo ilegal".  Joan Ramon Casals, responsable de política local

MENOS ORDENO Y MANDO

Todos los consultados coinciden en un mensaje: más horizontalidad en la estructura, menos verticalidad. No todos pero la gran mayoría citan la necesidad de implantar las primarias y dar carpetazo a las ternas de candidatos que proponen las agrupaciones sectoriales y territoriales. Un método, el actual, que todos saben que es una manera elegante de disfrazar el método real de elección: el que decide la cúpula.

El 'conseller' de Justícia y miembro de la dirección, Germà Gordó, propone que "tanto el secretario general del partido como el candidato a 'president' y todos los cabezas de lista sean elegidos por parte de toda la militancia, no en un congreso del partido ni en el consejo nacional".

"Un partido de centro amplio, soberanista y de orden, alejado de estridencias, que persiga el Estado propio, las políticas sociales y trabajo por la familia y la empresa". Germà Gordó, 'conseller' de Justícia en funciones.

El cambio es radical e implicará una renovación de caras que puede ser también contundente. El 'conseller' de Territori, Santi Vila, se muestra así de contundente al preguntarle si debe haber también limitación de mandatos: "Sin duda, la gran batalla es el sistema de provisión de cargos, que ha quedado secuestrado o por funcionarios o por personas que han hecho carrera en el partido y no han trabajado nunca en el mundo real, lo cual es doblemente nocivo".

Y cuando se pregunta sobre quién ha de dirigir a la futura organización, más allá del nombre de Artur Mas, todo está abierto. Y más en la actual fase de escaramuzas entre varias caras para ocupar lugares en la parrilla de salida de la sucesión. "La propia definición de todas estas cosas ha de ser producto de lo que diga la gente que quiera conformar este espacio, por tanto el protagonismo ha de venir muy marcado por la gente. Y en la dirección, los que tenemos cargos, hemos de dar nuestra opinión, pero sobre todo que mucha gente hable", opina el diputado de CDC en el Congreso Carles Campuzano.

"Un partido que defienda la justicia social y la redistribución y también la empresa y la competencia. Más democrático y abierto. No dirigido desde arriba, sino que sea la gente la que dé el paso de querer liderar y que todos escojan los liderazgos". Carles Campuzano, diputado en el Congreso

Las bases territoriales también reclaman voz. Piden esta democratización, un concepto que no habla excesivamente bien del actual modelo. Pero miran adelante y, como es el caso del representante del partido en El Prat del Llobregat, Jordi Gili, reivindican un partido fuerte y que no se confunda con el gobierno: "Hemos estado muchos años en los que se ha mezclado partido y gobierno, todos los partidos caen en los mismas trampas, pero es importante que se distinga y que la voz de la gente de a pie se escuche y sea tan importante como la de los que tienen cargos más relevantes". El papel del militante, más activo según todos los consultados, ha de tener, según el alcalde de Girona, Carles Puigdemont, "ritmos asimétricos, distintas velocidades para sacar todo el provecho de la diversidad de sensibilidades que en los partidos tradicionales se castigaba o no era suficientemente bien vista". "Las sensibilidades distintas han de ser un activo del futuro", añade.

"Mientras otros optan por la residualidad y la marginalidad, hemos de seguir teniendo vocación de hegemonía, hemos de tener fronteras elásticas, las heterodoxias han de ser un activo". Carles Puigdemont, alcalde de Girona y presidente de la AMI

En esta renovación, la intención indisimulada es dar voz y peso al mundo local, a cargos municipales que hoy quizás no son conocidos, pero que pueden representar el cambio de caras que se está planteando, si bien algunos de los actuales dirigentes sin duda pugnarán por estar en el puente de mando.

LA GESTIÓN DE LA CORRUPCIÓN

Ante la losa de la corrupción que pende, con varias causas abiertas en los juzgados y toda la familia Pujol imputada, las propuestas empiezan a tomar cuerpo. El objetivo es ir a una inyección económica solo basada en las subvenciones públicas y en la aportación de la militancia y de personas a título individual mediante métodos como el 'crowdfunding', pero con un límite máximo. No es una posición unánime y existen voces partidarias más de la transparencia que de la limitación de las aportaciones.

""Ha de ser un partido más horizontal y con un 'think tank' potente y una marca que nos puedan comprar muchos candidatos del territorio que quieran por mérito acceder a puestos de responsabilidad con primarias". Ferran Falcó, presidente de la federación de BCN comarques y concejal en Badalona

Finalmente, pero no menor, habrá batalla por la intensidad y velocidad del independentismo. Gordó, por ejemplo, reivindica como norte el "Estado propio", que es lo que figuraba en el programa del 2012. El eje central pasará por reivindicarse como el independentismo sensato. El de "hagámoslo, pero hagámoslo bien".

""Hemos de hacer una revolución respecto a la actual organización que ha quedado obsoleta, el sistema de provisión de políticos ha quedado secuestrado o por funcionarios o por personas que han hecho carrera en el partido". Santi Vila, 'conseller' de Territori i Sostenibilitat en funciones

BATALLA POR LAS CARAS

Y todo ello no se librará de la batalla de los nombres, porque como afirma Santi Vila, "en los países latinos, el nombre hace la cosa y los discursos que se hagan irán vinculados a la solvencia de quien los haga".

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