Aprobación de los cambios en la Constitución

PSOE y PP no ceden y la reforma exprés pasa el trámite del Senado

Los senadores de ERC y el BNG abandonan el pleno del Senado antes de la votación.

Los senadores de ERC y el BNG abandonan el pleno del Senado antes de la votación.

PATRICIA MARTÍN
MADRID

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El Senado aprobó ayer definitivamente la reforma de la Constitución que introduce el principio de estabilidad presupuestaria con los únicos votos a favor de PP, PSOE y Unión del Pueblo Navarro. Los grupos mayoritarios ni se esforzaron en cortejar a la oposición -como sí hicieron en el Congreso- porque cualquier retoque retrasaría demasiado una reforma que califican de «urgente» con el fin de calmar a los mercados y devolver a la confianza en España.

A la hora de votar, se repitió la insólita escena que se vivió el viernes en el Congreso. El bloque mayoritario rechazó las enmiendas y en la votación sobre el cambio del artículo 135 ni CiU y PNV participaron, mientras ERC y BNG abandonaron el pleno. ICV, que sí salió del hemiciclo en la Cámara Baja, se mantuvo ayer en el escaño pero tampoco votó. Los únicos votos en contra fueron los de CC y Foro Asturias, el partido liderado por Francisco Álvarez-Cascos.

LAS DISIDENCIAS / También hubo disidencias en las filas socialistas. Los miembros del PSE Roberto Lertxundi e Imanol Zubero no acudieron a votar, como ya hicieron la semana pasada tres diputados de la corriente interna Izquierda Socialista.

Los argumentos de unos y otros también sonaron adejà vu,aunque el formato del pleno, largo y tedioso, fue peculiar. Tomaron la palabra un senador a favor de la reforma y otro en contra, alternativamente, en más de 20 ocasiones, lo que se tradujo en tres horas y media de sesión, con la presencia de varios ministros pero no del presidente del Gobierno.

EL RESPALDO / Del lado de los prorreforma, Pío García Escudero (PP) obvió que la aprobación de la Carta Magna logró un consenso mayor y resaltó el «respaldo amplísimo» que ha cosechado su reforma. Según él, el cambio en el artículo 135 «ni recorta espacio de autonomía», como sostienen los partidos nacionalistas, ni es «antisocial», en respuesta a los grupos de izquierda. La portavoz socialista, Carmen Silva, defendió el techo de déficit con el argumento de que España vive un momento «excepcional» y «está en juego el futuro del euro, la creación de empleo y el estado de bienestar». «No es tiempo para la demagogia sino para el rigor», señaló.

Del otro lado, las minorías coincidieron en criticar «las formas» adoptadas por el PP y PSOE -por negociar con prisas, al final de la legislatura y sin buscar más apoyos ni consultar a la sociedad-- y «el fondo», si bien con más vehemencia la izquierda que CiU y el PNV, que comparten el principio de estabilidad presupuestaria.

EL REFERENDO / Gaspar Llamazares (IU) aseguró que «está muy cerca» de lograr las 35 firmas de diputados necesarias para forzar un referendo. CiU está sopesando si apoya esta iniciativa aunque los grupos de izquierda temen que los convergentes no se sumen si con su apoyo ven que se logran los 35 apoyos preceptivos para la celebración de una consulta que sin duda retrasaría la aprobación de la reforma.