INVESTIGACIÓN PARLAMENTARIA SOBRE LA CORRUPCIÓN

El PSC levanta los vetos en la 'comisión Pujol'

Los socialistas rectifican y no se opondrán a las comparecencias de Millet, Montull, Prenafeta, Alavedra y Muñoz ante la presión conjunta de ERC, ICV, Ciutadans y la CUP

Carlos Carrizosa (C's), Marc Vidal (ICV), Oriol Amorós (ERC) e Isabel Vallet (CUP), ayer en el Parlament.

Carlos Carrizosa (C's), Marc Vidal (ICV), Oriol Amorós (ERC) e Isabel Vallet (CUP), ayer en el Parlament.

JOSE RICO / BARCELONA

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Poco a poco y a trompicones, la comisión de investigación «sobre el fraude y la evasión fiscales y las prácticas de corrupción política» intenta hacer honor a su nombre, a pesar del empeño de CiU y PSC en sacar del foco parlamentario aquellos escándalos que les afectan de lleno. Al término de otra semana de sobresalto por la corrupción en España, los socialistas catalanes han decidido rectificar y liquidar la 'pinza' sociovergente que bloqueó la semana pasada la comparecencia de personajes tan ligados a oscuras corruptelas como Fèlix MilletJordi MontullJavier de la Rosa o Bartomeu Muñoz.

El PSC, que justificó su rechazo a estos testimonios con el frágil argumento de que la comisión debía acotarse a la familia de Jordi Pujol porque fue la confesión de evasión fiscal del 'expresident' la que motivó su creación, se ha visto obligado a ceder a la creciente presión de buena parte de la oposición, que acusaba a la sociovergencia de «taparse las vergüenzas», y que pretendía volver a retratar a CiU y a los socialistas el próximo lunes.

En un gesto que difícilmente se hubiera podido producir antes del 9-N, ERC, ICV-EUiA, Ciutadans y la CUP orillaron sus diferencias en el debate soberanista y escenificaron unidad a favor de la máxima transparencia en la comisión de investigación. Juntos registraron 22 peticiones de comparecencia que se vetaron la semana pasada para que se vuelvan a votar el lunes. Así, Esquerra quiso demostrar que, tras romper el pacto de gobernabilidad con Artur Mas, no tiene por qué ser condescendiente con CiU en esta comisión, al margen del devenir de la lista unitaria. «El país que queremos debe estar limpio», advirtió el diputado republicano Oriol Amorós.

Los casos 'Palau' y 'Pretoria'

Entre los nombres vetados que reclaman estos grupos ideológicamente tan dispares están los saqueadores del Palau de la Música, Fèlix Millet y Jordi Montull; dos personajes del círculo de confianza de Pujol en el Govern, Macià Alavedra y Lluís Prenafeta; el exalcalde socialista de Santa Coloma Bartomeu Muñoz y el exdiputado del PSC Luis García, 'Luigi' (piezas clave del caso Pretoria); y varios condenados por escándalos en la era Pujol como el empresario Javier de la Rosa, el exjuez Lluís Pascual Estevill y el abogado Joan Piqué Vidal.

CiU guardó silencio y no avanzó si se plantea apoyar el lunes las solicitudes. En cambio, el diputado socialista Jordi Terrades afirmó en un comunicado que el PSC «no será un obstáculo para satisfacer las peticiones de comparecencia del resto de grupos». La nota no especificaba si los socialistas votarán a favor o se abstendrán, dato importante porque, si optan por la abstención, algunas comparecencias podrían volver a rechazarse, salvo que CiU cambie de posición.

Aunque se libró de la comparecencia gracias a CiU, PSC y en este caso también ERC, el president Mas se despachó ayer en términos muy duros contra ICV-EUiA y Ciutadans por denunciar un «pacto de silencio» sociovergente. «Es de una hipocresía absoluta. Cada grupo defiende su criterio», zanjó.