LA HOJA DE RUTA HACIA EL ESTADO PROPIO

CDC y ERC fijan la independencia para 18 meses después del 27-S

Artur Mas y Oriol Junqueras salen del despacho del 'president' en el Parlament, el pasado diciembre.

Artur Mas y Oriol Junqueras salen del despacho del 'president' en el Parlament, el pasado diciembre. / periodico

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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El proceso soberanista recibió ayer una bocanada de optimismo de manos de ConvergènciaERC y las entidades soberanistas (ANCÒmnium y AMI): un preacuerdo que se compromete a proclamar la independencia de Catalunya 18 meses después del 27 de septiembre si el Parlament registra una mayoría absoluta de partidos a favor de la secesión. La contrapartida es que el documento presentado ayer incluye una condición: un referéndum de ratificación de la futura constitución catalana, paso previo a la puesta en marcha del Estado catalán. El texto deja de momento fuera a la CUPUnió, ICV EUiA, y fuentes negociadoras del acuerdo ya asumen que habrá una "geometría variable" de acuerdos, de mayor o menor intensidad.

De entrada, CDC y ERC logran dar un empuje a una ruta que hasta el número dos convergente, Josep Rull, había admitido que estaba en horas bajas. Un impulso a base de concretar mucho más el "preacuerdo del preacuerdo" anunciado en plena crisis interna entre Unió y CDC y que ni mencionaba el concepto de independencia. En esta ocasión quedan claros tres conceptos: votar a los partidos que apoyan el texto es votar a favor de "un pronunciamiento favorable a la independencia". Segundo: en caso de mayoría independentista el proceso "hacia la proclamación de un nuevo estado o República catalana, que se iniciará con las elecciones del 27 de septiembre, culminará en un período máximo de 18 meses". Y tercero: se preparará una constitución que se votará en referéndum vinculante. Si vence el 'sí', ello "permitirá la proclamación de la independencia" y la elección de un nuevo Parlament ya en el nuevo marco constitucional, es decir, con unas nuevas elecciones en el 2017. Si vence el 'no', no se especifica qué hacer.

ORFEBRERÍA EN CADA PALABRA

El texto es el fruto de un complejísimo trabajo de orfebrería en el que cada palabra ha sido negociada. CDC afirma que es en buena medida fiel al plan trazado por el 'president' Artur Mas en su conferencia del pasado mes de noviembre. Incluye un referéndum de ratificación final que el líder de ERC, Oriol Junqueras, había considerado innecesario en su conferencia posterior. Junqueras incluso bromeó al respecto de este nuevo paso previo a la independencia.

Convergència también destaca que en el texto se incluye la voluntad de mantener una "actitud expectante" ante la eventual posición del Estado respecto a un referéndum vinculante sobre la independencia. Ello, subrayan, no equivale a esperar el beneplácito estatal para seguir adelante, pero es un guiño a posiciones más dialogantes y pactistas como las que mantienen Unió o ICV-EUiA.

Y es que en todo momento los firmantes destacaron que el acuerdo está abierto a otras aportaciones. Eso sí, según afirmaron en la Assemblea Nacional Catalana, en ningún caso se va a desnaturalizar la columna vertebral de la independencia en 18 meses.

En ERC también satisfacción: los republicanos disponen de un preacuerdo bastante antes de las elecciones locales. Lo que en Unió es visto como un perjuicio para candidaturas como la de Barcelona (centrar la campaña en la independencia no conviene a Xavier Trias, afirman) en cambio es para los republicanos una necesidad imperiosa. ERC incorpora al texto conceptos de regeneración democrática y de la agenda social.

EL RESPETO DE UNIÓ

Mientras, Unió optó por mostrar respeto a lo acordado. La cúpula democristiana quiere hacer su propio camino. Y ya se verá si un encaje de bolillos lo hace compatible con el texto de ayer.

En la visión optimista de CDC, la CUP (que se pronunciará hoy) e incluso ICV y EUiA podrían añadirse en la parte del proceso que tiene que ver con la elaboración de la constitución catalana mediante un "proceso constituyente". Dos palabras clave en los discursos de la CUP, ICV e incluso Podemos. Por tanto, pese a la concreción independentista, todo sigue abierto cara a que el 27-S haya o no un texto compartido o una "geometría variable" de apoyos.