LA ESTRATEGIA DE LA FORMACIÓN LILA

Podemos 'rodeará' el Congreso aunque teme que el PP le criminalice

Pablo Iglesias en su discurso en la investidura de Rajoy.

Pablo Iglesias en su discurso en la investidura de Rajoy. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Cuando Pablo Iglesias empuñó la bandera de la oposiciónPablo Iglesias en el debate de investidura de Mariano Rajoy, el jueves, era muy consciente de los equilibrios que tendrá que hacer para ondearla. Uno es futurible: necesita asegurar su plaza como jefe frente al PP antes de que el PSOE sea capaz de reinventarse. El otro, más inmediato y más complejo: la línea dura que quiere imponer en Podemos implica también asumir el riesgo de que los populares les criminalicen y utilicen su presencia en las manifestaciones para potenciar una identidad como fuerza de resistencia extraparlamentaria. Si los diputados morados son percibidos como unos radicales en protestas con altercados, la bandera la puede recuperar el PSOE, para alivio de Rajoy, que sueña con un bipartidismo estable. De hecho, fuentes próximas al candidato popular confirman a este diario que “su peor pesadilla es tener a Iglesias como líder de la oposición" durante el resto de legislatura, y que la voluntad es ser “generoso” para que los socialistas puedan recuperar su espacio.

En este escenario, la dirección de Podemos ha tomado una decisión condicionada: este sábado irá a la protesta 'Rodea el Congreso' en torno a las 17:45, antes de que comience la sesión en el hemiciclo, a las 18.30, pero siempre que no haya altercados relevantes. La idea es “saludar” a la manifestación en la Puerta del Sol, en un empeño por mostrarse próxima a los ciudadanos que se sienten defraudados por la reelección de Rajoy después de tantas promesas de cambio, pero sin dejar de cumplir con su labor parlamentaria escrupulosamente. Saben que no pueden permitirse llegar ni un minuto tarde al pleno y, además, temen que su sola presencia en las calles sirva al bipartidismo como cortina de humo para diluir una investidura que viven como “una canallada del régimen”. 

HELICÓPTEROS, VALLAS Y 1.000 AGENTES

Como adelantó EL PERIÓDICO, pablistas y errejonistas tienen distintos grados de preocupación por cómo gestionar el riesgo de asistir a 'Rodea el Congreso' y afloraron en la reunión del grupo parlamentario el miércoles. El secretario político lo confirmaba horas después de publicarse. “No queremos participar de una maniobra de distracción. Perfecto derecho a manifestarse, pero ojo que al Gobierno le interese hablar más del helicóptero o las vallas que de lo que va a hacer a partir de ahora”, dijo, en una advertencia hacia los simpatizantes, pero también, en clave interna, a los pablistas que están dispuestos de “hacer bandera” de unas protestas en la calle que, deducen, se encadenarán a partir de la reelección de Rajoy.  

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Fuentes policiales cifran en unos 1.000 agentes el dispositivo que vigilará la marcha, que partirá de la plaza de Neptuno y subirá por la calle de Alcalá hasta la Puerta del Sol, bajo el lema 'Ante golpe de la mafia, democracia'. Hace cuatro años, en el primer 'Rodea el Congreso', se valló y restringió el paso por la carrera de San Jerónimo, en la que se encuentra la Cámara baja, y las calles adyacentes, informa Ángeles Vázquez. A la manifestación se han adherido unos 60 colectivos, entre ellos organizaciones y partidos como el PCEIUIzquierda Castellana, el Sindicato de Estudiantes, asambleas locales del 15-M y Marchas de la Dignidad.

La percepción en Podemos de que van a tratar de criminalizarles ya la adelantó el martes el líder de En Comú Podem, Xavier Domènech. Este viernes, la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, señaló que los firmantes de la solicitud de permiso para la manifestación "trabajan para Podemos", una afirmación que luego fue matizada por su entorno, que sostuvo que se refería a cierta "afinidad ideológica" con el partido morado.