Podemos, contra el reloj

La fuerza de Pablo Iglesias quiere competir en Catalunya si Mas convoca finalmente elecciones anticipadas

Rostros conocidos 8Jiménez Villarejo, detrás de Iglesias.

Rostros conocidos 8Jiménez Villarejo, detrás de Iglesias.

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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La hipótesis de unas elecciones anticipadas en Catalunya está en el aire y si se concreta en los próximos días, Podemos no quiere quedar fuera de juego. Menos aún con los alentadores resultados de la encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió, según la cual conseguirían el 3,9% del voto, empatados con la izquierda alternativa y pisando los talones a PSC y Ciutadans. Pablo Iglesias y su equipo de colaboradores analizan este horizonte con los círculos catalanes para tener una respuesta preparada ante la posible convocatoria.

Se trata de un auténtico reto para un partido todavía inmerso en el proceso de constituirse, que no termina hasta el 15 de noviembre, y por las complicaciones que implica que cualquier decisión deba ser refrendada por las bases. Sin embargo, la intención es participar en los comicios autonómicos catalanes, aunque sea a contrarreloj. «En Catalunya nos pillaría con el pie cambiado, pero es asumible presentarse», resume Íñigo Errejón, estratega de la formación, que apuesta firmemente porque Podemos se presente al Parlament con marca propia.

Desde Podem Catalunya admiten que hay ilusión por presentarse y cruzan los dedos para que, en caso de haber avance electoral, no se produzca antes de fin de año. «Teníamos mucho miedo a que las adelantasen a otoño, pero el escenario de febrero, ya nos da algo de tiempo», confirma el portavoz catalán Víctor García.

Unos comicios anticipados en Catalunya obligarían a Podemos a confeccionar un programa político, elaborar candidaturas a través de primarias abiertas, armar una campaña electoral y financiarla con crowdfunding en un tiempo record. La complejidad es aún mayor porque todo ha de ser votado, de modo que ahora se plantean cómo conseguir un consenso democrático y rápido para participar en esos comicios.

Trabajando con la hipótesis de elecciones en febrero deL 2015, desde Podem consideran que lo adecuado sería celebrar en enero una asamblea ciudadana de Catalunya donde se votarían los miembros de un consejo ciudadano, que sería el órgano legitimado para poner en marcha el proceso electoral. En Podem admiten que uno de los principales retos es el de confeccionar las listas de candidatos, máxime cuando el rostro más conocido, Carlos Jiménez Villarejo, presentó en septiembre su renuncia como eurodiputado.

El equipo que pilota Podemos -hasta que el 15 de noviembre se elijan los cargos oficiales- tiene claro que han de ser los simpatizantes catalanes los que decidan las caras y el programa de Podem en esas elecciones. Podrán hacerlo gracias al registro de afiliados, que está segmentado por códigos postales. De un total de 140.000 miembros en España, 14.113 son catalanes y podrían participar en la votación online para elegir candidatos y definir también la postura oficial en uno de los aspectos más espinosos: el reto soberanista.

Podemos se ha mostrado favorable al derecho a decidir y, de hecho, según la encuesta del CEO el 67,7% de sus simpatizantes respalda la consulta. Sin embargo, el partido no tiene narrativa clara, más allá de los deseos personales expresados por Pablo Iglesias para que Catalunya vote «no» a la independencia. Es un tema comprometido porque el electorado de Podemos es transversal, de modo que en sus filas coexisten tantos catalanes a favor como en contra. Podem sabe que ahí anida la oportunidad y también el riesgo.