EL FUTURO CARTEL ELECTORAL DEL PSOE

Sánchez vuelve a colocarse el traje de candidato a la Moncloa

Pedro Sánchez, al fondo, durante la reunión del grupo socialista en el Senado, ayer.

Pedro Sánchez, al fondo, durante la reunión del grupo socialista en el Senado, ayer.

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Nada más llegar al Senado, donde iba a exponer las líneas generales de su propuesta de estatuto de los trabajadores, Pedro Sánchez dijo ayer a sus parlamentarios: «Os veo animados. Será porque Mariano Rajoy ha dicho que se volverá a presentar». La frase, que hacía referencia a las palabras del jefe del Ejecutivo el día anterior, en las que dio por seguro que será el candidato a las generales aunque el PP obtenga un mal resultado en las municipales y autonómicas de mayo, también fue un reflejo de la situación por la que pasa el líder del PSOE. Tras ser elegido secretario general por el voto directo de los militantes el pasado verano, tras presentarse nada más ser nombrado como el futuro cartel electoral de su partido, tras verse obligado a frenar por las suspicacias que había suscitado entre los socialistas andaluces, ahora Sánchez ha vuelto al principio. No lo dice a las claras, porque formalmente todavía faltan unas primarias fechadas en el mes de julio, pero el jefe de la oposición se da por seguro aspirante a la Moncloa y actúa como tal.

Los gestos, la mayoría explícitos, se repiten desde hace meses. El pasado 13 de marzo, por ejemplo, en plena campaña andaluza, Sánchez compartió escenario con Susana Díaz, presidenta en funciones de la Junta, y le propuso una «alianza» con ella como mandataria autonómica y él como presidente del Gobierno. El mensaje tuvo algo de provocación, pues el socialismo andaluz, distanciado de su secretario general tras haberlo aupado al poder, ya ha dejado claro que el futuro de Sánchez como aspirante depende de cómo le vaya al PSOE en los comicios del mes que viene. No sentó bien en la federación más poderosa del partido, la única con poder institucional junto a la asturiana, que es mucho más modesta, pero también evidenció que el líder socialista no observa ningún contrincante que le pueda apartar de su camino hacia la candidatura a las generales.

Los cercanos a Sánchez argumentan que la única capaz sería Díaz, pero la andaluza, continúan, debe volcarse ahora en su investidura como presidenta, que aún no se ha cerrado pese a los avances que las anunciadas salidas de José Antonio Griñán y Manuel ChavesJosé Antonio GriñánManuel Chaves han provocado en su diálogo con Podemos y Ciudadanos, a quienes necesita para obtener la mayoría parlamentaria. Y si no es ella, nadie. Tampoco Carme Chacón, que en algún momento ha dejado abierta la puerta a presentarse a las primarias. El «tiempo» de la exministra de Defensa, señalan casi todos en el PSOE, «ya ha pasado».

EJE DE CAMPAÑA

La confianza de Sánchez en que será el cabeza de cartel a las generales volvió a exhibirse ayer en el Senado. A las puertas del 1 de mayo, anunció que su primera medida si llega al Gobierno consistirá en derogar la polémica reforma laboral del PP y aprobar un nuevo estatuto de los trabajadores. La propuesta del jefe de la oposición pasa por contemplar solo tres modalidades de contrato (indefinido, temporal y de formación), legislar contra los falsos contratos temporales y los falsos autónomos y cambiar la financiación de los sindicatos y la patronal, algo en lo que insistirá en su campaña para llegar a la Moncloa.