EL PODER EN LA SOMBRA (IV)

Palau fuera de cámara

Al 'president' Mas, así como a su política, nos lo describen compañeros suyos como el 'conseller' Francesc Homs, pero también lo hacen nombres que de entrada a la población le dicen bien poco

Escuchando al jefe 8Jordi Cuminal, Francesc Homs, Joan Vidal de Ciurana y Josep Martí siguen una intervención de Mas, el 29 de julio en el Palau de la Generalitat.

Escuchando al jefe 8Jordi Cuminal, Francesc Homs, Joan Vidal de Ciurana y Josep Martí siguen una intervención de Mas, el 29 de julio en el Palau de la Generalitat.

TONI AIRA

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El filósofo Ludwig Wittgenstein dijo que «el hombre es la mejor imagen del alma humana». Una afirmación con significado que va más allá de lo que a simple vista nos dice y que tuneándola para la cosa pública bien podríamos leer como «el político es la mejor imagen del alma de la política». Aquel que vemos y los que no son protagonistas del relato de los medios. Así, al presidente Artur Mas y su política nos lo describen compañeros suyos como el conseller portavoz, Francesc Homs, tan a menudo a los medios, pero también lo hacen nombres que de entrada a la mayoría de la población les dicen poco, como Jordi Baiget, secretario del Govern, o caras que hace tiempo que el gran público no ve en los diarios, como la del exconseller y actual secretario general de la Presidència, Jordi Vilajoana. Ellos y otros son imagen también (en la sombra) de aquello que se cuece en el Ejecutivo catalán, en la plaza de Sant Jaume.

Baiget es un cerebro procesador de cifras. Metódico y disciplinado, ya ayudaba a dotar de datos de refuerzo el discurso que el equipo de Mas elaboraba en la sede nacional del partido, en la calle de Còrsega, cuando estaban en la oposición. En apariencia tímido, en el diálogo en la corta distancia lo es un poco menos que cuando le toca hablar en público. No es su registro preferido, porque su plus lo da de otra manera, en la cocina. Una manera de ser y de hacer en las antípodas de un Vilajoana expansivo, con un encanto que sabe poner en valor para divertir, para hacer fluir las conversaciones y para conectar fácilmente con sus interlocutores. Eso ya hace tiempo que lo pone al servicio de su buen amigo personal Artur Mas para hablar con casi todo el mundo (también en Madrid, donde fue senador) siendo, fuera de cámara, uno de los grandes emisarios del líder.

Y si Vilajoana puede hablar tranquilamente con diputados y ministros, Joan Vidal de Ciurana, el jefe de la Oficina del President (su jefe de gabinete), lo hace también, con prudencia extrema, entre otros con su homólogo en la Moncloa, Jorge Moragas. Y gestiona la agenda del president, un frente clave como el de los medios de comunicación, que tienen como máximo interlocutor a nivel de Govern al secretario de Comunicació, el periodista Josep Martí Blanch, de quien cuelga orgánicamente el director de Comunicació, Jordi Cuminal, máximo responsable de coordinar la acción comunicativa de todos los departamentos (y consellers). Mientras Martí no es militante de ningún partido, Cuminal había sido líder de las juventudes de Convergència. De su cuerda es Víctor Cullell, director general de Anàlisi i Prospectiva, y Roc Fernández, responsable de la web del president y gestor del perfil del Govern en Twitter, entre otros.

Frente prioritario

Como periodistas, Martí aparte, en el equipo de Mas en Sant Jaume también destacan su jefe de prensa, Joan Maria Piqué, y Jaume Clotet, responsable de la relación con medios y periodistas internacionales, un frente prioritario en esta legislatura. El primero, muy unido a Mas, y el segundo, que ya había ejercido tareas de dircom en tiempos del tripartito. Entre ellos, una mujer, Rosa Maria Mestres, jefa de la Oficina del Portaveu.