LA AGENDA EXTERIOR DEL GOVERN

Netanyahu recibirá a Mas en el primer viaje a Israel del 'president'

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ayer.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ayer.

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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El presidente de la Generalitat, Artur Mas, iniciará el próximo 9 de noviembre un viaje de cuatro días a Israel que se enmarca principalmente en el objetivo del Govern de fomentar la internacionalización de la economía catalana. Sin embargo, el desplazamiento a Tel Aviv y Jerusalén tendrá también un destacado contenido político y, según fuentes del Govern, está previsto que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reciba a Mas.

En la vertiente económica del viaje participará, como es habitual ya en estos casos, un grupo de empresarios catalanes. El objetivo es estimular los intercambios comerciales entre ambos territorios. También el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, formará parte de la expedición a un destino que está marcado en rojo como uno de los referentes de parte del nacionalismo catalán.

Cada gesto de Mas en Israel, un país especialmente querido por el expresident Jordi Pujol, será analizado al milímetro. Las relaciones entre la Generalitat y el Gobierno español pasan por un pésimo momento, especialmente en la representación simbólica y protocolaria. La diplomacia catalana lleva meses denunciando obstruccionismo por parte del Gobierno a la acción exterior de Mas. Los precedentes en Israel han sido siempre foco de interés. Pujol no escondió su «gran simpatía por el sionismo», en su visita de 1987, que incluyó una entrevista con el halcón Ariel Sharon y con el presidente del país, pero no con el primer ministro. En el 2006, el viaje del president Pasqual Maragall junto a Josep-Lluís Carod-Rovira generó una gran polémica por la foto de Maragall a este y al conseller Antoni Castells con una corona de espinas en Jerusalén.

ÉXITO EN LONDRES / Paralelamente a la agenda del president, los responsables de la diplomacia catalana siguen extendiendo el debate soberanista a nivel internacional. Ayer en Londres organizó una jornada de debate sobre las diferencias entre el caso escocés y el catalán, en la sede del Instituto Europeo de la University College London (UCL). El profesor Robert Hazell, director de estudios constitucionales en la UCL, recordó que «cada Constitución es el producto de su historia». En el caso del Reino Unido esa constitución no está escrita «y puede adaptarse con más flexibilidad  a las realidades y cir-

cunstancias de cada época». Ni Margaret Thatcher ni Tony Blair se opusieron a la celebración de un referendo de autodeterminación en Escocia y el actual primer ministro, el conservador David Cameron, ha seguido en esa línea. La jornada contó con un centenar de asistentes, informa Begoña Arce.