La mitad del poder

En estos momentos tan decisivos para el socialismo catalán, a las puertas del 12º congreso del PSC, declaramos que somos feministas porque somos socialistas, y porque no queremos ni podemos vivir de espaldas a esta máxima que es tan nuestra como de todas aquellas personas, mujeres y hombres, que han luchado por la igualdad de género a lo largo de la historia. Su legado es tan valioso que no puede caer en el olvido, es un pilar ideológico de primer orden al que nos debemos, tanto en la reivindicación como en la acción.

La nuestra es una contribución a la igualdad entre todos los seres humanos, en todos los ámbitos. Lo es ahora y lo ha sido siempre. Nombres imprescindibles para la lucha por los derechos de las mujeres, pero también para la emancipación de todas las personas comoClara ZetkinoClara Campoamorson un ejemplo, como también lo son los de las socialistasMercè Sala, Marta MataoFrancesca Martin.

La batalla es discursiva, es argumentada, es dialogada, no busca vencer, pero sí convencer. La famosa afirmación deKate Milletde que «lo personal es político» da sentido a nuestra vocación política, y gracias a esta tradición feminista hemos planteado en el pasado cuestiones de máxima importancia, como la vindicación del talento de las mujeres y de su capacidad de liderazgo en los ámbitos social, político y económico, la necesidad de conciliación de la vida personal y laboral, tanto nuestra como la de ellos, y la corresponsabilidad en el ámbito privado; la eliminación de la brecha salarial, la defensa de los derechos sexuales y reproductivos, y la erradicación total y definitiva de todas las manifestaciones y formas de la violencia machista, entre otros.

Y es cierto que hemos buscado alianzas y complicidades también con nuestros compañeros. Por ello, queremos agradecer la empatía hacia la causa que, insistimos, debe seguir siendo común. Pero el feminismo no es conformista, es valiente. No queremos escudarnos en eufemismos. Lo decimos claramente: «La mitad del cielo, la mitad de la tierra, la mitad del poder». Sólo así mujeres y hombres podremos convivir en condiciones de plena justicia social.

Nos erigimos, pues, en pie de igualdad, para recordar que somos la mitad y aspiramos a una dirección plural, en la que la cúpula de la comisión ejecutiva se conforme teniendo en cuenta el principio de equilibrio de sexos, entre otros. Es cierto que las cuotas nos han dado acceso a la asunción de responsabilidades, pero también se ha demostrado que no son un instrumento que garantice completamente el reparto paritario del poder.

Por ello, es necesario un acuerdo político que, en el marco del próximo congreso, consolide la democracia paritaria como un fundamento ideológico y estratégico del Partit dels Socialistes de Catalunya. Nosotras jugaremos este partido.