duelo entre los aspirantes con más opciones

Mas obtiene el doble de apoyos que Montilla en el cara a cara

RAFAEL TAPOUNET
BARCELONA

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Pese a que no fueron pocos los que le tacharon de temerario cuando anunció su decisión, elpresident José Montilla tenía buenas razones para aceptar el envite de medirse durante la campaña en un debate cara a cara con el jefe de la oposición, Artur Mas. Los resultados del Barómetro Preelectoral del GESOP indican que el particular pulso que mantienen el líder socialista y su homólogo convergente está cada vez más decantado a favor de este último: Mas supera a Montilla en todos los frentes y le barre literalmente en el apartado de la encuesta que plantea a cuál de los dos candidatos -dejando a un lado al resto de los aspirantes- prefieren los catalanes como presidente de la Generalitat. Tal como le van las cosas últimamente en el terreno de la demoscopia, Montilla tiene poco que perder enfrentándose a su principal oponente ante las cámaras.

LAPORTA AVANZA / En el caso de que las elecciones se dirimieran en un duelo directo entre el candidato socialista y el convergente, el 56,5% de los encuestados apoyarían a Mas y solo el 28,4% (la mitad) elegirían a Montilla para un segundo mandato. La mala noticia que ello supone para el actual inquilino del Palau de la Generalitat se vuelve aún peor cuando se analiza el recuerdo de voto de quienes responden a la pregunta: entre los votantes del PSC, el 40% prefiere a Mas.

Cuando se abre el abanico de posibles presidentes, la ventaja del candidato convergente sigue siendo inapelable. El 37,3% de los encuestados eligen a Mas y el 18,3%, a Montilla. A distancia considerable, Joan Laporta (Solidaritat) desbanca en el tecer puesto a Joan Puigcercós (ERC), gracias precisamente al respaldo de los votantes de Esquerra, el 11,7% de los cuales declaran que les gustaría ver al expresidente del FC Barcelona en la Generalitat.

El cuadro de calificaciones de los candidatos refrenda también la supremacía del líder convergente, que recibe un 5,7, su mejor puntuación en los últimos dos años. No es una nota para tirar cohetes, pero en el actual contexto de desafección y desconfianza hacia los políticos, Mas puede darse con un canto en los dientes. De hecho, es el único de los aspirantes que obtiene un aprobado. Por debajo de la línea del suspenso se sitúan Montilla (4,6, tres décimas menos que en el barómetro de junio), el ecosicialista Joan Herrera (también 4,6) y el republicano Puigcercós (4,5).

El único capítulo en el que los convergentes no consiguen aprobar es el de la valoración de su labor de oposición, con una nota media de 4,8. Magro consuelo para los miembros del tripartito, cuya gestión merece un 4,4.