EL PULSO SOBERANISTA

Mas declara por el 9-N en plena polémica con los jueces

Concentración del pasado martes en la plaza de Sant Jaume de Barcelona.

Concentración del pasado martes en la plaza de Sant Jaume de Barcelona.

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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Con la queja de los jueces por lo que consideran un ataque «directo y sin paliativos» a su independencia flotando aún en el ambiente, el president Artur Mas declara hoy como imputado por la consulta alternativa del 9 de noviembre del 2014. Como ocurrió el martes con la consellera Irene Rigau y la exvicepresidenta Joana Ortega, está previsto que el líder de CDC llegue al juzgado arropado por los miembros del Govern y los diputados de Junts pel Sí, que de esta manera, harán oídos sordos a la denuncia lanzada desde el Tribunal superior de Justícia de Catalunya (TSJC) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

La crítica de los jueces no evitará tampoco que 400 alcaldes se concentren en el Parlament a primera hora de la mañana para dirigirse en comitiva al juzgado y dar su apoyo al mandatario catalán. En las puertas del Palacio de Justicia les esperarán, como pasó el martes con Ortega y Rigau, los ciudadanos que acudan a la convocatoria efectuada por diversas entidades independentistas, entre ellas la Assemblea Nacional Catalana y Òmniun Cultural. Estas dos organizaciones acusaron ayer al TSJC de intentar «coaccionar» con su comunicado del martes pasado el «libre derecho a manifestación de la ciudadanía».

Mas está citado a declarar a las diez de la mañana el día en que, precisamente, se conmemora el fusilamiento por las tropas franquistas del expresidente de la Generalitat Lluís Companys, una coincidencia de fechas que los sectores soberanistas consideran una provocación, aunque el TSJC asegura que se trata de una mera coincidencia. Justo antes de ir al juzgado, Mas participará en la ofrenda floral al dirigente republicano, en Montjuïc.

El president comparecerá ante el juez Josep Manel Abril junto con su abogado, Xavier Melero. Se le atribuyen los delitos de desobediencia, malversación, prevaricación y usurpación. Fuentes jurídicas aseguraron ayer que la línea de defensa será similar a la de Rigau y Ortega: que no se desobedeció al Tribunal Constitucional porque lo que se celebró fue un proceso participativo, no una consulta, y que las riendas quedaron en manos de los voluntarios. Mas tiene la intención también de explicar al magistrado el motivo por el que tomó determinadas decisiones políticas sobre la consulta alternativa.

La mayoría de fuentes apuntaron que el mandatario catalán, al igual que hicieron Rigau y Ortega, no contestará a las preguntas de la fiscalía, aunque personas cercanas al president aseguraron que está abierta la posibilidad de que lo haga. Tras declarar, Mas atenderá a la prensa en un lugar dado a las declaraciones solemnes: la galería gótica del Palau de la Generalitat.