Tras las elecciones vascas

López logra el 25° escaño y ya no necesita a UPD para ser lendakari

ANA GARBATI
BILBAO

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El recuento del voto procedente del extranjero confirmó ayer al PSE su escaño número 25 y con él la especial satisfacción de que el diputado obtenido por la formación que dirige Rosa Díez, UPD, no será decisivo para aupar a Patxi López a la presidencia del Gobierno vasco. Al PSE le bastará por tanto con sumar los 13 escaños del PP para obtener la mayoría absoluta y asegurarse el lendakari en la primera votación cuando se convoque la sesión de investidura.

Y es que si algo provocaba una cierta urticaria en las filas socialistas era depender precisamente del voto de su escisión para revalidarse como alternativa al PNV. Por eso, la recuperación del escaño alavés, que por ocho votos fue a parar a Eusko Alkartasuna (EA) en el último momento de la noche electoral dejando al PSE en 24 diputados, tenía un gran contenido simbólico.

ENFADO CON EL PNV

Con un tercio ya de los representantes de la cámara a su favor y a cinco escaños del PNV, los socialistas entendieron reforzada su decisión de dirigir la alternativa al nacionalismo. Su secretario general en Álava, Txarli Prieto, avanzó que se comprometen a dar "estabilidad política e institucional".

Prieto, que el lunes participó en la reunión en la que los dirigentes del PNV le ofrecieron al PSE un pacto de estabilidad institucional, cargó ayer contra sus interlocutores y negó los vaticinios de Iñigo Urkullu sobre la escasa consistencia que puede ofrecer en estos momentos difíciles un Ejecutivo en minoría.

Porque el inicial recelo de los socialistas hacia la actitud del PNV se ha tornado en abierto enfado. Consideran parte de "la rabieta" que Urkullu les tildara de "cínicos" por desear los votos del PP para hacer lendakari a López y pretender olvidarse luego de sus aliados y admiten ahora "lógico" que los populares quieran obtener contrapartidas.

La negociación formal entre PSE y PP se iniciará la próxima semana, una vez que el PNV cierre su ronda de contactos, pero ya se han producido los primeros intercambios entre los dos partidos.

EXIGENCIAS DEL PP

El secretario general de los populares, Iñaki Oyarzabal, consideró conveniente que el Gobierno que presida López sea "sólido y estable", lo que significa contar con el respaldo de la "mayoría absoluta". Eso supone que el PP reclama un acuerdo de fondo sobre las políticas que se pondrán en marcha.

Materias como educación, política lingüística, lucha antiterrorista o los medios de comunicación de titularidad pública son mencionados ya por el PP como asuntos "clave" a poner sobre la mesa. Además, los populares insisten en que se debe revisar la situación en la Diputación de Álava, donde el PNV, que es la tercera fuerza, gobierna en precaria minoría.

Los socialistas evitan por ahora pronunciarse sobre las demandas del PP, pero es público y notorio que desean atarse lo mínimo. De momento, los dirigentes del PSE dan por descontado el apoyo popular a la investidura y reconocen en privado que el margen para la negociación con sus eventuales aliados está aún sin acotar. Lo que sí se anuncia es que el proceso de conversaciones no se demorará en exceso porque, como dijo Prieto, todo "empieza a estar bastante claro".