La encrucijada socialista

Las bases del PSC cierran la puerta al retorno del grupo propio en Madrid

La candidata del PSC a las elecciones generales, Carme Chacón, ayer durante la visita que realizó a una escuela de L'Hospitalet de Llobregat.

La candidata del PSC a las elecciones generales, Carme Chacón, ayer durante la visita que realizó a una escuela de L'Hospitalet de Llobregat.

ALBERT OLLÉS
BARCELONA

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El 12º congreso del PSC, previsto para el tercer fin de sermana de diciembre, no será el del retorno del grupo propio que tuvieron los socialistas catalanes en el Congreso de los Diputados entre 1977 y 1982. La propuesta llegará viva al cónclave, como querían sus promotores -en especial la plataforma interna Nou Cicle que lidera Raimon Obiols- pero será derrotada por la enmienda ideada por Miquel Iceta, formulada por el alcalde de Lleida, Àngel Ros, y el de Sabadell, Manuel Bustos, y avalada por la candidata a las generales, Carme Chacón, que defiende negociar con el PSOE la libertad de voto en los temas catalanes. Así lo confirma el apoyo mayoritario que han dado las bases a esta opción intermedia en el proceso de presentación de enmiendas a la ponencia marco del congreso. En total, se han registrado cerca de 3.000, entre las que destacan iniciativas novedosas vinculadas a dos grandes retos conceptuales: dar un giro a la izquierda y mejorar la democracia interna del partido y de la política en general.

REVISAR EL PACTO FEDERAL Más voz en Madrid, en una misma bancada

No hay cuestión que tense más la relación de amor y odio entre las llamadas dos almas del PSC (la mayoritaria, más afín al PSOE, y la minoritaria, más catalanista) que la del grupo propio en la Cámara baja. Para zanjar el tema lo antes posible y evitar fracturas internas, Bustos propuso a Ros en la reunión del consejo nacional del pasado 18 de junio acordar un texto de consenso. Ambos lo presentaron en julio para su debate y aprobación en el cónclave de diciembre, bajo un objetivo global de «revisión de la relación federal con el PSOE». El documento apuesta por ganar más visibilidad y voz en las Cortes, pero dentro de la misma bancada parlamentaria.

Esta solución generó controversia de puertas hacia dentro por las formas (un pacto entre solo dos dirigentes y antes de llegar al congreso), pero no por el fondo. Ello se ha evidenciado en las numerosas adhesiones de agrupaciones territoriales a esta enmienda, lo que cierra la puerta -una vez más- a la posibilidad de recuperar ahora el grupo propio.

GIRO A LA IZQUIERDA Presión tributaria a las grandes fortunas

Según fuentes de la dirección del PSC, la necesidad de «dar un giro a la izquierda» y «volver a los orígenes ideológicos» para presentarse ante la sociedad con un «discurso propio para salir de la crisis», es el tema que ha suscitado más enmiendas.

Ayer mismo se celebró en la sede central del partido, un debate que se pudo seguir -vía internet- en las federaciones territoriales, para «reivindicar la política y la democracia ante los mercados», en palabras del promotor del acto, el diputado en el Parlament y miembro de la ejecutiva, Jaume Collboni. Pese a ser un debate interno, se invitó a ponentes de sindicatos y otros ámbitos para «abrir el partido» y «reconstruir una alternativa de izquierdas».

Las enmiendas presentadas en materia económica defienden una «nueva fiscalidad justa y progresiva» con impuestos como el de sucesiones y el de patrimonio (recientemente recuperado por el Gobierno central), pero dejando claro que los damnificados por el incremento de la presión tributaria serán «las grandes fortunas y no la clase media».

Otras iniciativas en la misma dirección con visos de ser aprobadas en el congreso son la de imponer una tasa sobre las transferencias bancarias; la creación de un «fondo para costear políticas sociales» en tiempos de crisis sostenido por el sector financiero; la dación en pago y la denominada «etiqueta social» para garantizar que un producto ha sido elaborado cumpliendo la regulación laboral y de seguridad social.

DEMOCRACIA REAL Listas abiertas en los comicios locales

Las bases inciden también en abanderar la regeneración democrática del país. Para predicar con el ejemplo, la enmienda que defiende que en las primarias para elegir el candidato a la presidencia de la Generalitat voten todos los ciudadanos que lo deseen (siguiendo el modelo de éxito que viven ahora los socialistas franceses) se quiere convertir en una de las propuestas estrella del congreso. No solo están de acuerdo los militantes y los posibles aspirantes, sino que es la cúpula quien la ha puesto sobre la mesa, de nuevo con Iceta como ideólogo. El viceprimer secretario es también uno de los impulsores de la propuesta de ampliar de los 18 a los 16 años la edad para votar.

Otras enmiendas piden crear un consejo de la Igualdad para seguir avanzando en la paridad de género; abrir la puerta a convocar consultas y referendos internos en el partido sobre las decisiones de más calado y la obligación de que en el ecuador de cada legislatura los cargos con responsabilidad institucional «rindan cuentas» ante la militancia sobre el cumplimiento de su programa.

ORGANIZACIÓN INTERNA Mayor participación en las decisiones

Algunas de estas enmiendas responden a otra de las grandes demandas de la militancia: la de una participación real en las decisiones del partido. El alto número de enmiendas críticas con el presidencialismo de la dirección saliente así lo constata. Ello se vincula también al malestar por la reducción del número de delegados que votarán en el congreso. En el proceso de elección, que culmina hoy, se ha pasado de una ratio de uno por cada 20 militantes, en el anterior cónclave, a otra de uno por cada 35. Ello dará más poder a las principales federaciones y mayor margen de control a la actual cúpula.