CONSELL EXECUTIU

El Govern busca reforzar los lazos con los catalanes en el extranjero

El Ejecutivo anuncia que desarrollará los articulos no recurridos de la ley de exteriores

Artur Mas conversa con Joana Ortega durante la reunión del Consell Executiu de ayer.

Artur Mas conversa con Joana Ortega durante la reunión del Consell Executiu de ayer.

XABIER BARRENA / BARCELONA

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Uno de los cambios que ha obrado el proceso soberanista iniciado en el 2012 es la constatación de la existencia de una comunidad catalana (e independetista) en el extranjero. Hasta ese momento, era obvio que había catalanes por todo el mundo, pero quizá, más allá de los casals, no se tenía de ellos una idea de comunidad organizada. Y organizable. Visto el filón, y la conveniencia de fortalecer los lazos entre la Generalitat y estos grupos que en ciudades como Nueva York, México DF y Tokio han demostrado su adscripción catalanista, el Ejecutivo de Artur Mas ha decidido aprobar un proyecto de ley de la comunidad catalana en el exterior. El objetivo es actualizar la anterior ley, de 1996, que ha quedado «desfasada», según el Govern, institucionalizar las relaciones de estos colectivos con la Generalitat y reconocerles como sujeto con derechos y deberes destinatarios de la obra de gobierno.

En rueda de prensa tras el Consell Executiu, el portavoz, Francesc Homs, explicó que la norma debe servir para revisar lo que convenga en objetivos de colaboración mutua entre la Generalitat y los catalanes en el extranjero, y destacó que existen 140 comunidades reconocidas oficialmente, una cifra que «ilustra mucho» la capacidad de presencia internacional de los catalanes.

El también conseller de la Presidència ensalzó el papel que desarrollan estos grupos a la hora de mostrar a la comunidad internacional la identidad, los intereses y la proyección de Catalunya; un rol que definió como de «agentes destacados de la diplomacia pública catalana, en el sentido más lleno y menos administrativo del término».

En otro asunto, primo hermano de este, el de la ley de acción exterior, Homs explicó que el Govern seguirá desarrollándola porque la suspensión del Tribunal Constitucional -tras admitir a trámite el recurso del Gobierno central- no afecta a los artículos sobre los que el Ejecutivo catalán quería sustentar su actuación de los próximos meses.

El portavoz también avisó de que el Ejecutivo de Mas buscará soluciones a todos los «obstáculos» que el Gobierno ponga al proceso soberanista, como la intención de impugnar el nombramiento del jurista Carles Viver Pi-Sunyer como comisionado para la Transició Nacional. En relación a otros asuntos, Homs dijo que el Gobierno de Rajoy es su «adversario» y lo acusó de «abuso de poder» y de querer tener al Govern «maniatado y en el suelo». Ese es el clima.