reuniones del frente proconsulta

El Govern afirma que hay varias versiones sobre las cumbres

Convergència declinó la petición de EL PERIÓDICO de ofrecer su visión

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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El Govern, vía su portavoz y conseller de Presidència, Francesc Homs, desvinculó ayer al Ejecutivo catalán de la reconstrucción de las cumbres del frente de partidos proconsulta que EL PERIÓDICO publicó también ayer. «Nosotros no hemos tenido nada que ver, ni tan solo [esta reconstrucción] ha sido contrastada con nosotros», señaló el conseller. Sí quiso subrayar que en una serie de reuniones como estas «hay tantas versiones como intereses cruzados tengan los protagonistas» de los cónclaves.

CDC, uno de los participantes de los cónclaves, rehusó aportar su versión de lo sucedido puertas adentro cuando EL PERIÓDICO así se lo ofreció. Aun con la no aportación de Convergència, la narración de los hechos ofrecida ayer por este diario a sus lectores cuenta con la aportación de varias fuentes conocedoras del contenido de las cumbres, nunca de una sola.

El portavoz del Ejecutivo catalán detalló ayer que si el Govern tiene que detallar aspectos de lo sucedido en esos tres días de octubre lo hará» a cara descubierta». Es decir, como lo hizo el propio president, en la sesión de control parlamentaria del 15 de octubre, cuando en respuesta al líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, reveló que la propuesta de los ecosocialistas en la última reunión, y como sustitutivo de la consulta del 9-N, fue una recogida de firmas.

SIN PLAN B / En su edición de ayer, este diario reconstruyó las discusiones discretas que rompieron la unidad del bloque soberanista, así como las argucias propuestas por Mas para evitar que el Estado recurra el nuevo 9-N. La primera conclusión extraíble es que, contra lo que cabía esperar, la decisión del Tribunal Constitucional de suspender la ley de consultas y el decreto de convocatoria del 9-N pilló a los partidos soberanistas sin una hoja de ruta clara de los pasos a dar a partir de entonces.

Las notas que diversos testigos tomaron a lo largo de esos días permitieron  rehacer la ruta de la discordia y desvelan algunos datos no conocidos. Uno de ellos, que Mas ofreció a Esquerra ocupar todo el Govern salvo la presidencia, cuando el primer día el líder republicano le acusó de tomar decisiones unilaterales al suspender el desarrollo de la consulta, con la excusa de la orden del Constitucional. Mas le espetó a Junqueras: «Yo hago dimitir a todo el Govern, me quedo como president y que entre quien lo sabe hacer mejor y coja todas las conselleries». En la segunda reunión, el jefe del Ejecutivo catalán desveló uno de los gestos de «astucia» de la que presumía, desconocido hasta que lo publicó el pasado jueves EL PERIÓDICO. No iba a firmar un solo decreto que pudiera ser impugnado por el Gobierno central, excepto el de la convocatoria nada menos que el 8 de noviembre, horas antes de votación, para no dar margen a la Moncloa para reaccionar.