LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

Gobierno y PSOE renuevan con matices la unidad antiterrorista

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante la firma del pacto antiyihadista, ayer en la Moncloa.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante la firma del pacto antiyihadista, ayer en la Moncloa. / JUAN MANUEL PRATS

JOSE RICO

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Quince minutos de tregua antes de afrontar un año de feroz batalla electoral. Un cuarto de hora fue lo que duró ayer en la Moncloa la escenificación del único pacto de Estado que PP y PSOE suscribirán esta legislatura: el acuerdo contra el terrorismo yihadista. Al final hubo foto conjunta de los dos líderes, como quería Mariano Rajoy para incomodidad de Pedro Sánchez. A cambio, los socialistas han logrado salvar el principal escollo para el pacto colando en él su compromiso de derogar en cuanto puedan la controvertida prisión permanente revisable, que el PP aprobó en solitario en el Congreso. Una «discrepancia» que el secretario general del PSOE exhibió ante el presidente del Gobierno, en un gesto que muestra el engorro que ha causado en las filas socialistas la foto con Rajoy.

El propio título del acuerdo reconoce que su objetivo es «afianzar» la unidad antiterrorista que ya existía entre PP y PSOE en esta materia desde el documento que rubricaron José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero en el 2000. Pero los atentados yihadistas del mes pasado en París hicieron que el Gobierno acelerase las reformas legales dirigidas a reforzar las medidas de prevención y a endurecer el Código Penal para delitos de terrorismo, forzando con ello a los socialistas a situarse al lado del Ejecutivo justo cuando más daño les puede hacer, con la presión de Podemos por la izquierda, una imagen de estas características.

De ahí que Sánchez no tardase ni un minuto, durante su intervención en la Moncloa, en justificarse: «Siempre hemos antepuesto la necesaria unidad antiterrorista a cuestiones partidistas». Tratando de asomar la cabeza por el centro y de presentarse como la única izquierda fiable, el líder socialista recalcó la posición «coherente» de su partido entre aquello que dice y aquello que hace. Una coherencia en la que incidió cuando se detuvo estratégicamente ante Rajoy en la cláusula que el PSOE ha incluido en el acuerdo: «Nos oponemos firmemente a la prisión permanente revisable y la eliminaremos en cuanto tengamos mayoría parlamentaria». El documento consensuado no va tan lejos, pero compromete al PP a conservar la unidad antiterrorista aunque puedan producirse en un futuro «cambios en el sistema de penas en función de las posiciones mantenidas por las partes en el curso de la reforma del Código Penal».

COMO LA CADENA PERPETUA / De hecho, los negociadores de PP y PSOE tuvieron que echar mano de un circunloquio para que la prisión permanente revisable, equivalente en la práctica a la cadena perpetua, no liquidase el pacto. La proposición de ley acordada, que se registrará hoy en el Congreso, no cita explícitamente la medida, sino que establece pena de cárcel «por el máximo tiempo previsto en el Código» para casos de terrorismo con resultado de muerte.

Además de la foto con Rajoy, Sánchez acató también la costumbre del presidente de no admitir preguntas de los periodistas. El jefe del Ejecutivo obvió la discrepancia que el líder del PSOE acababa de blandir y apuntaló el consenso como valor «imprescindible contra todos aquellos que amenazan el sistema». «Las dos grandes fuerzas actuamos hoy como una sola fuerza», remachó.