El Gobierno utiliza la deuda de Catalunya para exhibir distensión

Los vicepresidentes Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras se han reunido este jueves en la Moncloa, en una cita a la que también ha asistido el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. No ha habido cámaras de por medio que inmortalizasen el encuentro. Ninguno de los protagonistas ha comparecido al término en rueda de prensa. Ni siquiera sus gabinetes han enviado comunicado alguno. En este contexto, no resulta extraño que la reunión se haya saldado con dos interpretaciones bastante distintas de su resultado, según las fuentes de uno y otro ejecutivo. Ambas versiones coinciden en que el Gobierno central ha autorizado a la Generalitat a refinanciar 680 millones de euros de deuda a corto plazo (hasta septiembre) para que pueda sufragar vencimientos. Pero, ¿se trata de un balón de oxígeno o de un mero trámite ya previsto?

Para el Ejecutivo central, la ayuda supone un nuevo gesto de distensión en sus relaciones con la Generalitat, un deshielo que empezó con la reunión en la Moncloa entre los presidentes Mariano Rajoy y Carles Puigdemont el pasado abril. A esta interpretación contribuye el hecho de que la cita haya coincidido con las negociaciones para la investidura y se haya producido 48 horas después de los votos regalados de CDC al PP y Ciudadanos en las votaciones de la Mesa del Congreso.

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TRÁMITE ORDINARIO

Sin embargo, fuentes del departamento de Economia de la Generalitat sostienen que el permiso de Hacienda para refinanciar esos 680 millones de euros era un trámite ordinario necesario para enjugar deuda, y que se trata de una operación similar a la que el Ejecutivo central autorizó en junio a Catalunya por valor de 4.200 millones. De hecho, la Generalitat había pedido autorización de endeudamiento por valor de 5.100 millones de euros de sus vencimientos a corto plazo del 2016 y parte de los que tiene en el 2017.

Es más, el Gobierno catalán ha salido de la Moncloa sin haber conseguido su principal reivindicación económica desde hace meses: que los préstamos a corto plazo se transformasen en créditos a largo plazo con el apoyo del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Montoro se ha negado siempre a aceptar esta petición, que, según fuentes de la Generalitat, sí cuenta ya con el visto bueno del ministro de Economía, Luis de Guindos, y con un informe del Tesoro que autorizaría la conversión de 1.600 millones de corto a largo plazo. Fuentes de Hacienda aseguran que están dispuestos a estudiarlo.

REPROCHES DE LA GENERALITAT

Según fuentes de la Generalitat, en la reunión Santamaría ha reconocido que Catalunya es clave para la capacidad de endeudamiento de España, porque la buena reputación del crecimiento de la economía catalana favorece la credibilidad del Estado en la capacidad de devolución de la deuda contraída.

Las mismas fuentes explican que la vicepresidenta también ha reclamado al Ejecutivo catalán que sea responsable al referirse al proceso independentista, mientras que Junqueras le ha replicado que empiece el propio Gobierno del PP siendo responsable y que "no juegue con la reputación de Catalunya". Fuentes de la Moncloa negaron este episodio y aseguraron que ambos solo hablaron de economía.

La reunión se ha producido aprovechando la presencia en Madrid de Junqueras, que por la mañana ha pronunciado una conferencia en el Fórum Nueva Economía en la que se mostró tan esquivo que no quiso ni confirmar que se iba a ver horas después con Santamaría.