Exteriores ultima un informe que concluye que la ONU no reconocería una Catalunya independiente

Con la vista puesta sobre todo en la campaña para lograr un asiento para España en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, lleva dos días de reuniones y conferencias en la sede del organismo en Nueva York. En esos encuentros, asegura, "no ha habido ni la menor referencia ni nadie ha preguntado sobre el desafío secesionista de Catalunya". Pero Margallo ha viajado habiendo leído un informe preparado por los servicios de su ministerio sobre las posibilidades que tendría Catalunya de ser reconocida e integrada en la ONU. "(El informe) reafirma lo que se dijo en el caso de Abjasia, Osetia del Sur, ahora de Crimea y en los posibles referendos de secesión en algunas regiones del este de Ucrania -ha dicho Margallo a los periodistas-. La conclusión es que un Estado que es un fruto de una declaración unilateral de independencia contraria al ordenamiento interno, a la Constitución interna, no puede ser reconocido por la comunidad internacional. Es así de sencillo".

Margallo ha reconocido que no hay información nueva, pero ha asegurado que el documento, que se colgará en la web del ministerio cuando se le acaben de dar "los últimos retoques", es "de una calidad jurídica más que apreciable". Y ha justificado su necesidad alegando que "las encuestas dicen que parte de la opinión pública catalana todavía no es consciente, no ha asumido, que un estado fruto de una secesión unilateral no sería reconocido por Naciones Unidas o se vería automáticamente excluido de la Unión Europea".

Las consecuencias

"Nos preocupa que los catalanes sufran un perjuicio simplemente por no ser advertidos de las consecuencias de una opción que se les está plantando en términos más que halagadores", ha declarado Margallo, que ha mencionado también el reto para acceder a otras organizaciones como el FMI.

"La viabilidad de una Catalunya independiente depende de dos cosas: su reconocimiento internacional y su pertenencia a la Unión Europea", ha insistido Margallo. "Si no se produjese ninguna de esas dos condiciones, el empobrecimiento para la población sería muy importante. Entonces habría que hacer preguntas como cómo van a pagar una deuda pública que tienen y la que tengan que asumir, quién va a pagar las pensiones, cuál va a ser el nivel del empleo si las posibilidades de comercio exterior disminuyen, etc. Las consecuencias prácticas que cualquier ciudadano tiene que valorar", ha zanjado el ministro de Exteriores.