El reparto de los recursos públicos

El 'defecto' capital

Técnicos de Hacienda avisan de que las balanzas fiscales de los expertos de Montoro no atenúan suficientemente la capitalidad de Madrid Las sedes de grandes empresas desvirtúan las cifras

Sede corporativa 8Las oficinas centrales de la multinacional Repsol, en Madrid.

Sede corporativa 8Las oficinas centrales de la multinacional Repsol, en Madrid.

AGUSTÍ SALA
BARCELONA

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¿Dónde están los ministerios? Y, lo que es más importante ¿y las sedes de grandes compañías como Repsol o Telefónica y otros colosos del Ibex-35? En Madrid. Es una variable lo suficientemente importante como para desvirtuar los resultados de las balanzas fiscales calculadas por los expertos escogidos por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, o el nuevo sistema de cuentas públicas territorializadas.

Esta es una advertencia que han lanzado los técnicos de Hacienda, agrupados en la organización Gestha y que, con anterioridad, había  enarbolado el conseller de Economia de la Generalitat, Andreu Mas-Colell. Al entender de este colectivo de la hacienda pública, los autores del estudio, encabezados por el director de Fedea, Ángel de la Fuente, solo han corregido «parcialmente» el efecto capital de la Comunidad de Madrid. Por eso, concluyen, el déficit fiscal atribuido a esta autonomía, 16.723 millones, el doble que para Catalunya, debería ser menor del estimado.

Todo se debe a una insuficiente valoración de esa variable, lo que sería el defecto y la clave de que el saldo negativo para esa comunidad sea tan grande. «Al albergar Madrid la sede de la mayoría de grandes empresas se anota unos ingresos tributarios por el impuesto de sociedades que desvirtúan la comparativa», explica el secretario general de Gestha, José María Mollinedo.

Directivos de alto nivel

Y eso a pesar de que los autores del estudio intentan suavizar ese efecto al territorializar ingresos repartiendo por tercios la imputación del impuesto de sociedades (trabajadores, consumidores y accionistas). Pero eso no atenúa del todo los efectos porque además de ser una elección, y por tanto, arbitraria, no se hace una distribución ponderada. Así, dice, donde está la sede «suelen estar los directivos de más alto nivel, que son a la vez los que tiene los salarios más altos y, por tanto, quienes tributan más y disponen de mayor capacidad de compra ».

Según los datos de Gestha, los 2,8 millones de asalariados madrileños registrados en el 2011 --el mismo ejercicio fiscal en el que se ha elaborado el informe del Gobierno- percibieron 71.344 millones, el 21% del total de España, por encima de Catalunya y a mucha distancia de Andalucía, que son las dos autonomías más pobladas.

En cuanto al consumo final de los hogares, Madrid también marca diferencias al tener mayor capacidad de compra. A su vez, la comunidad concentra el mayor número de fortunas que, a su vez invierten parte de sus recursos en acciones de las compañías del Ibex-35, operando como un carrusel que a la larga genera más ingresos para la capital.

Los técnicos de Hacienda insisten en que a Madrid se le imputan muchos más ingresos que al resto de comunidades, «por ser la capital del Estado». Es una realidad que sería diferente sin este efecto y que atenuaría el déficit fiscal que se le apunta, agregan. A su vez, Gestha no comparte las críticas de la comunidad dirigida por el PP, según las cuales recibe menos gastos del Estado de los que le corresponde por su volumen de ingresos. Y recuerdan que el Ejecutivo de Esperanza Aguirre, y ahora el de Ignacio González, decidieron «libremente» no exigir el impuesto de patrimonio, que en esa comunidad afecta al mayor número de fortunas del país y que aportaría más de 300 millones de euros anuales. E igual hizo con el impuesto de sucesiones y donaciones.