VÍDEODECLARACIÓN POR LAS ESCUCHAS

Sánchez-Camacho pide escuchar la grabación de La Camarga para saber a ciencia cierta qué dijo

La presidenta del PPC declara ante la jueza por la comida con Victoria Álvarez, examante de un hijo de Pujol

XABIER BARRENA / Barcelona

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"Se lo agradecería de corazón, porque el sufrimiento es diario. Quiero quedarme tranquila sobre que no dije nada de eso, que estoy convencidísima que no lo dije". Alicia Sánchez-Camacho rogó de ese modo al juez este lunes que le permitiera escuchar la cinta íntegra de su conversación con Victoria Álvarez en La Camarga. 'Eso' que ella esta convencida de no haber dicho --pero quiere quedarse tranquila-- es un comentario sobre la vida privada de un "ministro de España" que un medio de comunicación puso en su boca. Ese fue el colofón de los 41 minutos de declaración de la presidenta de los populares catalanes ante el juez.

Las dudas sobre lo dicho, explicó Camacho, se explican porque la del 7 de julio del 2010 fue "una comida más" en su "dilatadísima agenda". Eso y que hacía casi tres años (la declaración fue en marzo) que había transcurrido.

Asistente o escolta

Sobre el asunto que la llevó a declarar, la "señora Sánchez" (así se le dirigen los letrados) dijo que toda mención que, en la cinta, el encargado de La Camarga hace de su "asistente" (la persona que presumiblemente colocó el micrófono el día antes) ella la interpretó como que se refería a su escolta. Y que desconocía que estaba siendo grabada.

Sobre el pago del almuerzo, mostró más titubeos acerca de si se había seguido el conducto habitual o no. "Cuando llegué a la presidencia del PPC renuncié a las tarjetas de crédito y solo pedí que en cuatro o cinco restaurantes pudiera pasar la cuenta al partido simplemente firmando en el anverso de la factura". Curiosamente, Victoria Álvarez, que declaró ese día de marzo a continuación de Camacho, mostró menos dudas: "Pagó Alicia", dijo.

Sí hay versiones distintas entre las dos acerca del motivo de la reunión. Para Álvarez fue "una comida entre amigas". Para Sánchez-Camacho, la ocasión para que Álvarez le relatara "los problemas que tenía con la familia Pujol [la del expresidente de la Generalitat] que la hacían sentirse desamparada", unos problemas que podían incluir "posibles malos tratos", sin que la presidenta del PP especifique en su declaración cuáles.