Del 'bendito pinchazo' a la decepción

Jóvenes simpatizantes de Ciudadanos siguen con preocupación el recuento de votos en las pantallas de televisión. 

Jóvenes simpatizantes de Ciudadanos siguen con preocupación el recuento de votos en las pantallas de televisión.  / periodico

ROSA MARÍA SÁNCHEZ / MADRID

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Decepción y cierta tristeza es el estado de ánimo que ha dominado entre el algo más de un centenar de militantes y simpatizantes de Ciudadanos que han acudido al céntrico hotel madrileño que el partido de Albert Rivera ha elegido como cuartel general. Por más que algunos de ellos se han esforzado en ponderar la gesta de pasar de cero a cuarenta diputados, la mayoría han sucumbido a la decepción y solo se han venido arriba cuando a falta de 10 minutos para la medianoche ha comparecido su líder. “Yo soy español, español, español. Yo soy español, español, español”, han empezado a cantar. “España, unida, jamás será vencida”, han seguido coreando.

Pero había tristeza en el ambiente.  “Es una pena, este era el momento”,  ha admitido Pilar, una joven barcelonesa de 18 años, que ha votado en estas elecciones por primera vez. Las expectativas eran muy altas para el partido de Albert Rivera, que al principio de la campaña rozaba el 20% en intención de voto, en un casi empate con PP y PSOE, y que se ha tenido que conformar con un 13,93% mientras que el otro partido nuevo en la plaza, el de Podemos, se ha llevado el 20,66%.

“Todo cambió a partir del debate a cuatro” lamenta Ernesto, de Madrid. “Albert estuvo demasiado blando, poco agresivo y se le vio nervioso, mientras que Pablo Iglesias se movía con soltura. Se nota que es profesor de universidad”, completa su amigo Joaquín. “En la última semana de campaña se han sucedido errores garrafales, como los relativos a la violencia contra las mujeres y el aborto”, añade Eduardo. “Bueno, bueno, que hemos pasado de la nada a tener un buen número de diputados”, tercia optimista en la conversación Chema Larrea, con su bufanda naranja al cuello.

NI COPAS NI CANAPÉS

El clima ya estaba deprimido antes de la apertura de las urnas. Los primeros sondeos daban a Ciudadanos entre 45 y 50 escaños y, aunque era menos de lo esperado, aún había hueco para el optimismo. “Si esto es un pinchazo, bendito pinchazo”, se atrevió a decir el vicesecretario general de CiudadanosJosé Manuel Villegas, en una primera valoración a eso de las 21 horas. El público pareció reconfortado y aplaudió. Cuando se abrieron las urnas, los primeros cómputos empezaron a dar menos de 30 escaños a Ciudadanos y aunque poco a poco se fue escalando hasta los 40, el “bendito pinchazo” se tornó triste.

Un total de 125 medios de comunicación acreditados en el hotel Eurobuilding, 34 de ellos extranjeros, han sido testigos del desencanto. No ha habido a mano canapés ni copas con las que calentar el ambiente. La veintena de camareros dispuestos tras las barras se han muerto de aburrimiento ante la escasa demanda de unas bebidas demasiado caras para los asistentes (6 euros el refresco, 12 euros el combinado).

“ALBERT HA PECADO DE SINCERO”

Carmen, Alberto y Luis -la madre, el padre y el hijo de una familia de Madrid, exvotantes del PP- no han ocultado su desencanto por el resultado electoral . Sobre todo Alberto, el padre. “El error de Albert ha sido el de decir en el último momento que se abstendría en una investidura de Rajoy. Tenía que haber sido más claro desde el principio o bien haberse callado también al final”, sentencia.

Y es prácticamente lo mismo que opinan José Luis Sánchez y Javier Cabezas, que se han desplazado a Madrid desde su pueblo sevillano de Dos Hermanas. “Albert ha pecado de sincero. Un día antes de acabar la campaña dijo lo que iba a hacer. Otros han guardado sus cartas”, explica José Luis. En un acto organizado por el foro Primera Plan@ de EL PERIÓDICO, Rivera no descartó el pasado viernes abstenerse en una investidura de Rajoy.

“Soñar es gratis”, se consuela José Luis, “pero lo cierto es que es muy difícil que una fuerza política que por primera vez se presenta a las elecciones llegue a gobernar”. “Lo importante –añade- es que estamos ahí, aunque sea en la oposición, y que vamos a seguir aprendiendo y creciendo”.