EL PULSO INDEPENDENTISTA

La CUP no se fía del Govern y exige supervisar la organización del referéndum

Quim Arrufat, esta tarde en el Parlament

Quim Arrufat, esta tarde en el Parlament / periodico

XABI BARRENA / BARCELONA

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Entre la "impaciencia y el desánimo" y el ejercicio de Pepito Grillo del Govern de Junts pel Sí, por aquello de evitar que desfallezca su voluntad de llevar a cabo el referéndum, la CUP ha celebrado este martes una conferencia política en la que ha exigido participar, no tanto de la organización estricta de la consulta vinculante, sino de su control y monitorización. Básicamente, se sobreentiende, porque no se fían. Hasta tres organismos proponen los anticapitalistas. Uno, de carácter político, supone aceptar la propuesta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) de sentar a los partidos independendentistas, las entidades y a los 'comuns’.

Una segunda mesa, también con miembros de los partidos, haría un seguimiento más técnico de las concreciones del referéndum. Y finalmente, Quim Arrufat y Cristina Gibert, portavoces de la dirección del partido, han recuperado el llamado 'legal team', una comisión de expertos internacionales que sigan el pre, el durante y el post-referéndum.

Todo esto vendría a sustituir la actual reunión semanal entre el Govern y la CUP que, poco más o menos, han dicho los anticapitalistas, no sirve de nada. Según Arrufat, "hay desconcierto por los rifirrafes internos en el Govern y porque los calendarios de licitación para el referéndum no se están cumpliendo". Según el exdiputado, "hay que explicar abiertamente cada paso que se da y no vía filtraciones".

Los anticapitalistas también han exigido una tríada de garantías. Por ejemplo, la de que todos aquellos catalanes que deseen votar puedan hacerlo, presencialmente en Catalunya y telemáticamente en el resto del mundo.

PAPEL DE LOS FUNCIONARIOS

La segunda garantía es la del recuento, para lo que debe de haber presencia de funcionarios públicos en cada mesa. No se puede nutrir el Govern de voluntarios, por cuanto sería contrario a las recomendaciones de la Comisión de Venecia.

Y finalmente, también en consonancia con los consejos europeos, una garantía de que habrá una campaña suficiente en el tiempo (como mínimo de 15 días) y equitativa, con presencia de los que abogan por el 'sí' y por el 'no' y en la que "los medios públicos deberán de tener un papel clave", ha apuntado Gibert.

Para no perder la costumbre, los anticapitalistas han exigido al Govern que decida ya la fecha y la pregunta del reférendum. Algo que en el Ejecutivo prevén afrontar en unas tres semanas.