DAVID FERNÀNDEZ Diputado electo de la CUP

"La consulta no puede estar sujeta a condiciones"

David Fernàndez posa en el hemiciclo del Parlament.

David Fernàndez posa en el hemiciclo del Parlament.

LAURA PUIG
BARCELONA

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David Fernàndez (Barcelona, 1974) estaba en la vendimia con sus abuelos cuando, hace cinco semanas, le llamaron de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) para ofrecerle encabezar la lista por Barcelona. Tiene antecedentes por insumisión a la mili y ha desarrollado su carrera en el semanarioLa Directay en la cooperativa de finanzas éticas Coop57. Asegura ser un«exiliado económico»de Barcelona, pues su sueldo, explica, no le permite residir en la capital. Por ello vive a caballo entre Ripoll y Gràcia. Y no piensa comprarse un traje para acudir al Parlament.

-La CUP ha logrado tres escaños. ¿Esperaban ese resultado?

-En parte sí y en parte no. Lo que estaba claro era el objetivo de entrar en la Cámara desde el momento en que la asamblea dio el visto bueno. Pero lo que ha sido extraordinario ha sido la movilización de la gente, más de 5.000 personas implicadas, más de 500 actos de campaña en 15 días, una campaña hecha a pie de calle, sin bloques electorales ni medios, contra el silencio.

-La experiencia política de su fuerza se reduce al ámbito municipal. Ahora deberán adaptarse al Parlament.

-Para nosotros el eje gravitatorio no será el Parlament, continuará siendo la calle. Además, el proyecto político de la CUP seguirá asentándose en el municipalismo y en construir desde barrios y comarcas, de abajo a arriba. Esto ha sido una excepción. Y en el Parlament, a pesar de las dificultades que nos encontraremos, esperamos encontrar un resquicio. Venimos a denunciar aquello de lo que no se habla, a intentar detener los recortes y, en última instancia, más que a construir, porque es difícil al ser una fuerza pequeña, venimos a a romper la hegemonía del discurso conservador que dice que no hay alternativas. Los utópicos son ellos al pensar que de este modo se puede construir una sociedad mejor.

-Una de sus promesas electorales es la regeneración democrática. ¿Cómo piensan llevarla a cabo?

-No es una promesa, son hechos y prácticas que ya desarrollamos en la vida municipal. La CUP es la única fuerza que ha hecho dimitir a alguien en la última legislatura [Josep Prat, presidente del ICS]. Nuestra intención es reactivar la reapertura de la comisión delcaso Palau. Otra de nuestras propuestas será dotar a la fiscalía anticorrupción de más recursos para investigar, así como poner en marcha controles sociales porque todos somos corresponsables de lo que pasa. También abogaremos por poner coto a los indultos. Es el sistema es que se debe remover entero. Que no nos digan que elcaso Mercuries un caso aislado. TenemosMercuri, Pretoria, Treball, Turisme...

-¿El oasis catalán es un espejismo?

-Sí, nunca fue oasis. Al final el 3% les ha estallado a los que lo denunciaron. El 3% ha sido un bumerán que empezó en el Carmel, siguió por la Ciutat de la Justícia, la Línea 9 y ha ido a parar a Sabadell. En este último caso, hace seis años que los movimientos sociales y vecinales de Sabadell estaban denunciando el modo de hacer política de Bustos.

-La CUP ha limitado la remuneración de sus diputados a 1.600 euros al mes. ¿Qué harán con el resto?

-Todavía no lo hemos decidido, pero hay experiencias locales al respecto. En Reus, por ejemplo, el sobrante del salario del concejal de la CUP se ha destinado a un fondo de promoción de economía cooperativa. En nuestro caso es diferente. Cuando la asamblea decidió acotar el sueldo de los diputados fue para limitar las posibilidades de que la persona se quede aferrada al cargo. También se decidió que eran incompatibles dos cargos públicos. Y tampoco podremos estar más de una legislatura.

-Hace unos días dijo que no darán un cheque en blanco a cambio de una consulta de autodeterminación. ¿Qué condiciones impondrán?

-Un derecho democrático como la autodeterminación no puede estar sujeto a ninguna condición. Y aquí ha habido doble trampa. Mas hizo trampa en la campaña cuando dijo «yo soy el país y sin mí no hay independencia». Y ahora, la nueva trampa, está diciendo que sin recortes no hay independencia. Está prostituyendo un derecho democrático. Nosotros lo que exigimos es que se haga pronto y, sobre todo, que sea vinculante, que al día siguiente se traduzca en hechos políticos concretos.

-¿Se ven llegando a acuerdos con el resto de fuerzas del Parlament?

-Nosotros no tenemos ningún problema en pactar con ninguna fuerza. Pero ellos intentan buscar la coincidencia dentro de un despacho, dentro de unas siglas y ahí no nos encontrarán. Además, si decidimos encontrarnos ahora, también tenemos que explicar por qué no nos encontramos antes. Hace solo 24 meses le pedimos a Joan Saura la prohibición de las pelotas de goma y dijo que no, y ayer Iniciativa decía que sí. Lo celebro, pero han estado cuatro años negándose a ello.

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