Collboni reclama en Madrid que el Senado se traslade a Barcelona

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Jaume Collboni, candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, propuso ayer en Madrid desterrar la idea de que todo Estado equivale a una nación y toda nación a un Estado. La insistencia en ese punto de vista, continuó, conduce a un «callejón sin salida en el conflicto institucional» entre Catalunya y España. Durante una conferencia presentada por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, Collboni lanzó dos ideas muy concretas para que el principal partido de la oposición las adopte en su propuesta de reforma constitucional: que la Carta Magna reconozca la cocapitalidad de Barcelona como ejemplo de la «plurinacionalidad de España» y que la ciudad catalana acoja ese Senado que los socialistas defienden que se convierta en una verdadera cámara de representación territorial.

No son iniciativas novedosas. A comienzos de 1992, al calor de los preparativos de los Juegos Olímpicos, las propuso el alcalde Pasqual Maragall. Dos décadas más tarde, durante la campaña de las últimas elecciones catalanas, fueron recuperadas por el entonces primer secretario del PSC, Pere Navarro. Los planteamientos de ambos dirigentes recibieron escasa atención por parte del PSOE, siendo recibidos casi como una excentricidad, pero ahora los socialistas llevan tiempo abogando por una apertura de la Constitución que no terminan de concretar mientras sopesan en qué momento presentarla en el Congreso.

A mediados de mes, cuando acordó con todos los líderes territoriales socialistas proponer una subcomisión parlamentaria para que defina qué materias son susceptibles de mejora en la ley fundamental, Sánchez anunció que registraría su iniciativa «de inmediato». La tesis, según fuentes de la dirección del PSOE, era que la posible convocatoria de elecciones plebiscitarias en Catalunya por parte del president, Artur Mas, no debía condicionar esta hoja de ruta. Ahora ya no está tan claro. La secretaria de estudios y programas del partido, la catalana Me-ritxell Batet, eludió ayer pronunciarse sobre unos «futuribles» que quizá se conozcan hoy, en la comparecencia del líder de CiU.

LA DECLARACIÓN FEDERAL / Batet, en cualquier caso, recordó que no era la «primera vez» que el PSC reclamaba la cocapitalidad y el Senado, y aunque no entró a valorar la propuesta en sí misma, señaló que los socialistas consideraban «muy positivo» que algunas estructuras del Estado se trasladasen fuera de Madrid. En la llamada declaración de Granada, que es el documento más completo que hasta ahora ha difundido sobre su reforma constitucional, el PSOE aboga por reconocer hechos diferenciales y blindar competencias autonómicas, pero no propone nada sobre el estatus de Barcelona y las instituciones que podría albergar.

Barcelona, señaló Collboni, es «la capital de un país que se considera en gran medida nación», de ahí que deba ejercer un «coliderazgo»  con Madrid. Los socialistas madrileños tacharon de planteamiento carente de sentido. «Me parece absurdo -dijo su secretario general, Tomás Gómez-. Lo que hace falta en Catalunya es diálogo y no ocurrencias».