EL ÓRDAGO SOBERANISTA DE CATALUNYA

El PSOE tumba el apoyo del Congreso a Rajoy frente al 1-O

Juan Ruiz Sierra/ Iolanda Mármol / Madrid

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El Congreso emitió este martes señales contradictorias frente al desafío independentista en Catalunya. El mismo día en el que los grupos del Congreso dieron luz verde a la comisión para la modernización del Estado autonómico, la primera iniciativa política frente a la crisis territorial, los grandes partidos contrarios al referéndum unilateral del 1 de octubre (PP, PSOE y Ciudadanos) mostraron su división. Una proposición no de ley del partido naranja, puramente simbólica y sin ningún valor normativo, provocó la ruptura de la unidad, al considerar los socialistas que el texto, que se limitaba a manifestar su apoyo al Estado “en la defensa de la legalidad democrática”, no aportaba “ninguna solución”. Así que el principal partido de la oposición votó en contra, provocando por el camino una pequeña fractura en su seno, y la propuesta no salió adelante. El Congreso rechazó respaldar la estrategia seguida hasta ahora ante el 1-O.

Todo habría sido distinto si Albert Rivera hubiera aceptado la enmienda del PSOE, que defendía una “salida pactada y legal que permita desterrar la división y reforzar la convivencia”. Los socialistas querían ir más allá de la aplicación de ley, pensando ya en el escenario posterior a la consulta sobre la independencia de Catalunya. “Hay un después del 1 de octubre también”, dijo la portavoz del PSC, Meritxell Batet. Pero el líder de Ciudadanos, que atacó con dureza al PSOE en su intervención, rechazó esta mención a un posible acuerdo con los soberanistas. “Traer aquí un pacto con [Carles] Puigdemont no es la manera de salir hoy unidos”, señaló.

El PSOE consideró que se veía abocado al voto en contra, provocando el fracaso de una iniciativa que a su juicio “rechaza el diálogo”. Para Rivera, el rechazo socialista supone que el PSC “ha tomado” el partido de Pedro Sánchez, algo que “decepcionará” a sus votantes. Varios dirigentes del PSOE contestaron que la proposición de Ciudadanos solo buscaba “dividir” y con ella los naranjas se habían situado “a la altura de ERC”. Los socialistas, que no concuerdan con todas las respuestas del Estado pero evitan criticarlas en público (la imputación de 700 alcaldes independentistas y la prohibición de actos a favor del 1-O serían dos ejemplos), reforzaron esta tesis con lo que había ocurrido por la mañana en la junta de portavoces. Solo Ciudadanos y los republicanos se manifestaron allí contra la comisión territorial, que hará un primer acercamiento a un posible cambio constitucional, con el visto bueno del PP, tras el 1 de octubre.  

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Santamaría evita la crítica

Pero la posición del PSOE en esta iniciativa sin implicaciones legales no altera el apoyo del principal partido de la oposición al Gobierno frente al referéndum. “Para evitar malinterpretaciones, estamos en la defensa de la legalidad”, explicó Batet, para quien “lo único sensato es dialogar para buscar consensos”. A diferencia de Rivera, el Gobierno no puso en duda el respaldo socialista a su estrategia. “Hasta la fecha estamos satisfechos del nivel de interlocución que tenemos tanto con el PSOE como con Ciudadanos”, dijo la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Aun así, los socialistas cambiaron este martes su discurso. Su portavoz parlamentaria, Margarita Robles, exigió al Ejecutivo que aclare ya sus pasos ante el referéndum. En especial, si quiere poner en marcha la suspensión de competencias autonómicas, una medida sobre la que el PSOE evita definirse. “Que el Gobierno se deje de ambigüedades y diga de una vez si quiere aplicar el artículo 155 de la Constitución y la ley de seguridad nacional. Ya está bien de esconderse detrás de las togas”, dijo Robles.

Fuentes de la dirección del PSOE evitaron respaldar por completo este mensaje, en el que no tienen pensado incidir en los próximos días. Su voto en contra de la proposición de Ciudadanos, en cualquier caso, provocó cierta fractura en el partido. Varios de sus diputados consideraban que lo adecuado hubiera sido la abstención. Cuatro de ellos, de hecho, rompieron la disciplina de voto y se abstuvieron.