CiU y PSC trasladan al Parlament su trifulca por la reforma constitucional

CiU parece decidida a tomarse lo antes posible, y en caliente, la revancha por lo que considera su exclusión del pacto constitucional de 1978. Una ruptura de la que responsabiliza al acuerdo entre el PSOE y el PP para reformar la Carta Magna y fijar en ella el techo de déficit, iniciativa que el pasado viernes vivió su aprobación inicial en el Congreso.

En ese debate, la federación se inhibió y no votó, para expresar así su protesta. Una actitud que repetirán, con casi toda seguridad, en el pleno que celebrará mañana el Senado para validar la modificación de la Carta Magna y cumplir un nuevo paso del proceso de tramitación del cambio. Pero habrá más. Entre una votación y otra en Madrid, CiU quiere debatir la reforma exprés en el Parlament para, en un hemiciclo donde es el partido mayoritario, sacar los colores a socialistas y populares. Aprovechando una petición registrada la semana pasada por los grupos de ICV-EUiA y de ERC, la federación tiene previsto forzar a los ocho senadores catalanes de designación autonómica (los que no han sido elegidos en los comicios generales) a que expliquen esta misma tarde lo que votarán 24 horas después.

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